7 acciones que generan un mal clima laboral
Malos estilos de liderazgo pueden provocar un mal clima laboral y no corregirlos trae pérdidas en productividad. Aquí algunos consejos para evitarlo.
El clima de trabajo en una organización tiene un efecto sustancial en materia de rendimiento y productividad.
Basta mencionar que 30% de los resultados de un área dependen de si el jefe ha sido capaz de generar un buen clima o no.
En este sentido, aspectos como la claridad en las funciones y expectativas, la consolidación de un espíritu de equipo, la determinación de estándares equitativos y la asignación de responsabilidades en forma equilibrada influyen de manera determinante en la composición de dicho clima y, por lo tanto, en el éxito o fracaso de una organización.
Sin duda, un mal clima laboral no es sostenible en el largo plazo. Es decir, si tienes un estilo de dirección general muy coercitivo, amenazante y donde la gente se siente temerosa de perder su trabajo, lo que originará es una gran rotación, que deriva a la vez en poca capacidad de entrenar a la gente, con el consecuente impacto en desempeños bajos y resultados malos.
Esa es la cadena de la improductividad que puede derivarse de no consolidar un clima de trabajo óptimo y estimulante.
Lo peor es no preguntar
Muchas empresas muestran reticencia para encuestar el clima laboral en su organización y el argumento que típicamente dan es que con las encuestas se crean expectativas; es decir, que los empleados esperan un cambio o corrección derivado de los resultados arrojados por los indicadores del estudio.
Por lo anterior, muchos líderes dicen: “no sé si estoy en el momento de cumplir con lo que me van a pedir (porque eso implica generalmente una inversión de recursos y de tiempo)”. En consecuencia, optan por no preguntar.
Lo que nosotros opinamos es que las expectativas existen, aunque no se evidencien. Están ahí, aunque no se realice la encuesta y tarde o temprano van a saltar a la luz y probablemente mientras más tiempo se deje pasar, será más difícil minimizar el impacto negativo y/o revertirlo.
A continuación te presentarmos las causas más comunes de un .ambiente laboral negativo, qué aspectos debes monitorear, las consecuencias de no invertir en .mejorar el clima laboral y algunos consejos prácticos para implementarlos desde ahora.
1. Mal manejo de los conflictos
La causa más común e importante de un mal clima tiene que ver con un mal manejo por parte de los líderes en cuanto a los conflictos entre áreas y/o personas. Así, cuando los problemas no se resuelven a tiempo y de raíz, estos ascienden o se trasladan generando conflictos de mayores consecuencias.
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2. Problemas de comunicación
Cuando los líderes no se saben comunicar adecuadamente con sus empleados se genera una incertidumbre que afecta radicalmente el desempeño y que impacta en las expectativas. No sólo nos referimos a la capacidad de comunicar objetivos, estándares, funciones y procesos, sino también a la comunicación cotidiana, formal e informal.
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3. Falta de inteligencia emocional
Los jefes que no tienen un buen control de sus emociones generan dinámicas negativas en las empresas, porque las personas a su cargo no van a expresarse por miedo a su reacción, generalmente desmesurada. Eso provoca que todos se cuiden las espaldas y puede llevar incluso a que frente a sus reclamos se echen la culpa unos a otros, tratando de eludir los sermones y reprimendas.
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4. Estilos de liderazgo que invalidan las aportaciones
El hecho de que los jefes ejerzan de manera predominante y en forma continua estilos de liderazgo, como el autoriario o coercitivo, impacta negativamente en el desempeño.
Para ejemplificar, hablaremos del líder que utiliza casi siempre el estilo “marcapasos”, es decir, que corrige y corrige hasta que al final vuelve a hacer las cosas. En este caso, el subordinado se desmotiva y dice: “para qué me esfuerzo si el jefe va a terminar haciéndolo”.
Paralelamente, se genera improductividad porque un recurso que debería estar dirigiendo, termina operando.
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5. Desorden, imprecisión y mal empoderamiento
Si un jefe no planea adecuadamente y no actúa a tiempo y de manera asertiva, dejando todo para última hora, se va a generar una dinámica estresante que puede ocasionar también problemas en el equipo y en el clima laboral.
Otro tema que influye de manera importante en el clima es el empoderamiento. Si un jefe no sabe delegar, o si empodera a quien no debe, o si no asume la responsabilidad de dicho empowerment, habrá seguramente conflictos entre los subordinados propiciando un clima de tensión y desconfianza.
Los empleados en un ámbito como ese, van perdiendo interés en el trabajo y en sus funciones, lo que repercute en el clima, generando un círculo vicioso.
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6. Deficiencias en materia de desarrollo y reconocimiento
Un mal clima laboral también suele ir de la mano con la falta de desarrollo y con un mal manejo del reconocimiento, caracterizado porque o no se reconoce nunca o no hay equidad y justicia a la hora de premiar. Lo mismo al ver la otra cara de la moneda, cuando los regaños y/o castigos no recaen en el verdadero responsable.
Esos sesgos en el proceso mandan mensajes equivocados que impactan en un clima improductivo y altamente estresante, ya que la gente no ve ningún beneficio en esmerarse y sabe que puede ser acreedor a penitencias que no le corresponden, con la consecuente paranoia que es signo de una pésima salud ocupacional.
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7. Trabajos poco estimulantes
Un mal clima laboral también puede generarse cuando un trabajo es poco atractivo o muy rutinario, lo que puede implicar que la gente no lo realice con mucho gusto e interés. Lo anterior no tiene relación directa con la actitud del líder, pero no deja de ser un desafío ineludible para él.
Al respecto, es importante que los líderes puedan transmitir a su gente la trascendencia de su tarea en la cadena productiva, lo que favorecerá que cada colaborador pueda encontrarle sentido a su trabajo; paralelamente, tienen que encontrar otro tipo de estímulos que inyecten en la gente ganas de realizar sus funciones y de contribuir a los resultados grupales.
Qué se debe monitorear
Algunos indicadores para detectar un clima negativo son:
► Falta de iniciativa de los empleados hacia la organización
En un mal clima muchas veces no se percibe en la gente ganas de participar y de encontrar oportunidades. No hay apertura, ni se comparten inquietudes. La gente suele más bien mantenerse al margen en lugar de participar.
► Exceso de “grilla”
Es otro camino que a veces busca la gente cuando está inconforme y no se siente motivada. La comunicación informal y de pasillo se vuelve más relevante para las personas que los mensajes de la dirección y la dinámica que se genera es un signo de alerta, porque puede derivar en otros problemas.
► Reiteración en los mensajes
Cuando la dirección manda continuamente mensajes sobre el desempeño de la organización o sobre el comportamiento de los empleados y los problemas no se corrigen, podría ser otro indicador de que las cosas no van bien. Puede ser la punta del iceberg.
Ahora que ya conoces los factores que propician un clima laboral negativo, te compartimos 18 normas de etiqueta para la oficina que te ayudarán a mantener un mejor ambiente laboral.
Sigue leyendo y descubre los consejos prácticos para mantener un clima positivo en tu empresa