¿Qué significa la presencia de naves militares de EE UU cerca de México?

Personal castrense está recopilando información de inteligencia, y exhibiendo su fuerza como parte de la nueva política antidrogas de la Unión Americana.
Estados Unidos tiene una nueva y agresiva política antidrogas que incluye acciones disuasorias y operaciones de inteligencia ejecutadas cerca de México. Se trata de operativos -nada discretos- que esta semana protagonizaron un avión Boeing RC-135V Rivet Joint de la Fuerza Aérea de la Unión Americana, y tres buques de guerra de la Armada de ese país, incluyendo al portaviones nuclear USS Nimitz (CVN-68).
La aeronave, cuyas funciones son recopilar, analizar y difundir datos de inteligencia electrónica, sobrevoló el lunes el Golfo de California, al noroeste de nuestro país, recorriendo las costas de la Península de Baja California, Sinaloa y Sonora.
Esto lo hizo “fuera del espacio aéreo mexicano sobre aguas internacionales”, de acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), aunque -por sus características- no requiere estar dentro de los límites aeronáuticos de México para detectar, identificar y geolocalizar señales de todo el espectro electromagnético.
El Boeing RC-135V, con matrícula 64-14845, es un avión espía que tiene capacidad para más de 30 pasajeros, incluyendo la tripulación, “oficiales de guerra electrónica, operadores de inteligencia, y técnicos de mantenimiento en vuelo”, según la Fuerza Aérea estadounidense.

Este avión también se destaca porque pertenece a la Base de la Fuerza Aérea Offutt, en el estado de Nebraska, sede del Comando Estratégico de Estados Unidos (USSTRATCOM, por sus siglas en inglés), entidad que es responsable de la Red de Información Global del Departamento de Defensa de ese país.
El sobrevuelo realizado cerca de México indica que el Pentágono estadounidense está recolectando información de comunicaciones y datos de señales electrónicas, en una zona en la que operan los grupos del narcotráfico que la Unión Americana considera responsables de “inundar” de fentanilo a esa nación.
Presencia estratégica
Un día después de la misión de inteligencia de la aeronave militar, el martes 4 de febrero se detectaron tres buques de guerra de la Armada estadounidense frente a las costas de Ensenada, en el estado de Baja California, sobre las aguas del Océano Pacífico.
Entre esos navíos se encontraba el portaviones nuclear USS Nimitz (CVN-68), una embarcación de 332 metros de largo con capacidad para albergar hasta 90 aeronaves, cuyo historial incluye su participación en las operaciones Libertad Duradera (2001) y Libertad Iraquí (2003).
Al ubicarse cerca del territorio mexicano, en la Zona Económica Exclusiva del país, que para la navegación son aguas internacionales, la presencia del acorazado sirve para proyectar el poder militar de Estados Unidos, y al mismo tiempo sugiere la posible ejecución de actividades de monitoreo y vigilancia en un área que también utiliza el crimen organizado para el trasiego de drogas.
Todos estos hechos se registraron justo después de que la presidenta Claudia Sheinbaum llegara a un acuerdo con el presidente estadounidense, Donald Trump, en el que México se comprometió a detener el tráfico de estupefacientes y la migración ilegal.
A esto se suma que el jueves se conoció un memorándum emitido por la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, en el que pide a todos los empleados del Departamento de Justicia de esa nación “la total eliminación de los carteles y las organizaciones criminales trasnacionales”.
Este último documento, junto con el despliegue de la aeronave de inteligencia, y la presencia naval de Estados Unidos frente a las costas de México, son una demostración de fuerza de nuestro vecino, con la que también expresa cuáles serán los parámetros de la colaboración entre los dos países para combatir a los cárteles de la droga.
Como prueba de lo anterior está el permiso que solicitó la presidenta Claudia Sheinbaum al Senado mexicano para que esa soberanía autorice “el ingreso al territorio nacional del personal militar del ejército de los Estados Unidos de América”, que participará en una actividad de adiestramiento denominada “Fortalecer la Capacidad de las Fuerzas de Operaciones Especiales” de la Secretaría de Marina.
Los elementos castrenses norteamericanos, según el documento presidencial cuya copia posee ALTO NIVEL, estarán con sus pares mexicanos -del 17 de febrero al 28 de marzo- en el Centro de Capacitación y Adiestramiento Especializado de Infantería de Marina, ubicado en San Luis Carpizo en el estado de Campeche.
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