Planta de Tajín en Jalisco, primera del país en recibir certificación LEED Oro en alimentos

Tajín, empresa mexicana dedicada a producir y comercializar productos derivados del chile, ha sido reconocida con la certificación LEED Oro por su planta en Tala, Jalisco, destacándose como la primera de manufactura de alimentos en el país en obtener este distintivo.

Dicho reconocimiento, realizado por Avantra, evalúa criterios de sostenibilidad tales como el uso eficiente de agua, energía, materiales y la calidad ambiental, entre otros, posicionando a la compañía como un referente en prácticas ambientales responsables dentro de la industria.

En conferencia de prensa, Aldo Fernández Castillo, director general de Industrias Tajín, expresó que la obtención de la certificación es un reflejo del compromiso de la empresa con la sostenibilidad.

Buscamos no sólo optimizar nuestros procesos, sino también impactar positivamente en las comunidades que nos rodean y proteger el medio ambiente,” comentó.

Por su parte, Santiago Orendaín, presidente de Avantra, reconoció a la planta de Tala como una de las más modernas y eficientes del mundo, logrando una certificación que abarca todas las áreas del proyecto.

Lo que nunca nadie había lograda aquí en México es certificar una planta completa. Esta certificación abarca todo: almacén de materia prima, líneas de producción, oficinas, almacén de producto terminado. No hay un solo rincón que no aporte al distintivo”, dijo.

Así alcanza Tajín su certificación LEED Oro

Olaf Larsen, gerente de proyecto y operación de la planta, señaló que desde 2015, cuando se planteaba el levantamiento del proyecto, Tajín tuvo la visión de crear un espacio sostenible, energéticamente eficiente y respetuoso con el medio ambiente.

Fue así como la planta arrancó operaciones en 2022 y desde entonces, ha implementado un enfoque integral en sostenibilidad, que incluye la reutilización del 100% del agua empleada en sus procesos productivos. Esta agua es tratada y reutilizada para riego de áreas verdes y en servicios como baños y limpieza.

Además, el complejo encargado de exportar productos a 65 países, genera el 15% de su electricidad mediante paneles solares, lo que reduce significativamente su dependencia de fuentes externas.

Construido sobre 15,000 metros cuadrados, el proyecto consume un 30% menos de energía que otras instalaciones similares debido a la incorporación de domos de iluminación natural y un sistema de refrigeración optimizado.

La planta también ha implementado medidas para la gestión eficiente de residuos, reciclando el 75% de los desechos generados durante su construcción. A la par, se encarga de la separación de materiales como PET, cartón, papel, vidrio y metales.

En cuanto a eficiencia hídrica, Tajín ha desarrollado un sistema de tratamiento de aguas residuales que permite transformar las aguas negras en material para riego y para uso en sanitarios. Además, se han elegido especies nativas para el paisajismo, reduciendo la necesidad de agua en las áreas verdes.

Finalmente, en términos de calidad del ambiente interior, se han incrementado los sistemas de ventilación natural y se utilizan materiales libres de compuestos volátiles orgánicos (VOC), lo que mejora el bienestar de los trabajadores.

Continuaremos innovando y liderando con el ejemplo para hacer del chile mexicano un símbolo de calidad y responsabilidad en todo el mundo,” aseveró el director general de Tajín.

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Margith Alcántara Miranda Coeditora de Alto Nivel, apasionada del lenguaje y periodista por la UNAM.