¿Por qué las mujeres no suben a la Alta Dirección?
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, las mujeres representan solamente el 5% de los CEO (directores ejecutivos) y 11% de los CFO (directores de finanzas).
Por: Mtra. María Luisa Pimentel Zamudio*
¿Te has preguntado por qué el mundo de la alta dirección está lleno de hombres y las mujeres reciben menos oportunidades para ingresar y desarrollarse en puestos clave?
El reporte Mujeres Directivas 2019, realizado por Grant Thornton, sostiene que las mujeres que asumen un cargo directivo aportan mejores resultados a las compañías, pues el desempeño en temas de innovación e ingresos aumenta de manera considerable cuando los puestos directivos son ocupados por ellas.
Sin embargo, podemos decir que existe una escasez de liderazgo femenino, ya que, de acuerdo con el Foro Económico Mundial, las mujeres representan solamente el 5% de los CEO (directores ejecutivos) y 11% de los CFO (directores de finanzas).
¿A qué se debe esta brecha de género? Uno de los principales obstáculos en el desarrollo profesional de las mujeres es el llamado “techo de cristal”, que son esas políticas no escritas que forman parte de la cultura de la empresa, impuestas por la sociedad machista y que se reflejan en estilos de dirección rígidos, largas jornadas laborales, juntas a última hora de la tarde, ambiente competitivo, discriminación salarial y falta de políticas que faciliten el balance entre el trabajo y la familia.
Además del techo de cristal, existen barreras en el interior de la mujer que llamamos “techo de cemento” que nada ni nadie puede romper, porque se lo ha autoimpuesto ella misma por elección personal; por ejemplo, rechazar una promoción a puestos directivos más exigentes o el sentimiento de culpa que algunas mujeres experimentan, cuando dedican muchas horas al trabajo y conviven poco tiempo con su familia o con sus hijos.
Algunas recomendaciones para que las mujeres estén mejor representadas en las empresas y logren una mayor participación en cargos directivos son:
- Atreverse a romper el techo de cristal. Expresar al jefe el deseo de ocupar esa posición y demostrar que se cuenta con el talento y el perfil buscado. No esperarse a llenar el 100% de los requisitos de la posición, porque nadie los cubre perfectamente y sí se corre el riesgo de perder esa oportunidad de crecimiento profesional.
- Asumir lo que se ha decidido sin sentirse culpable, la clave está en definir prioridades y organizar muy bien el tiempo para lograr el desarrollo profesional sin descuidar a la familia.
- Construir una red de apoyo con la pareja, familiares y personas de confianza, para que las responsabilidades del hogar no recaigan sólo en la mujer y así cumplir con los objetivos.
- Aplicar el estilo de liderazgo, que es propio del talento Femenino, sin entrar en el juego de querer dirigir como los hombres.
En una publicación titulada Mujeres Directivas bajo el techo de cristal, los profesores del IESE: Chinchilla, Poelmans y León comentan que “En un puesto directivo la mujer suele confiar más en la cooperación que en la competencia. Asimismo, a la mujer le gusta fomentar el trabajo en equipo entre sus compañeros y compañeras de trabajo. A diferencia de muchos hombres, las mujeres no ven la participación y la delegación como una amenaza a su autoridad, sino como una parte integral de su papel directivo”.
Los autores del IESE también señalan que “la mujer puede ayudar a implantar una visión de la empresa verdaderamente humanista, basada en sus capacidades emocionales, y mucho más acorde con lo que necesitan las empresas hoy en día”.
Para concluir, valdría la pena considerar que, cuando una mujer haya llegado a la cumbre, se acuerde de ayudar a otras mujeres a que también suban, pues las mujeres que ven a otras mujeres en puestos directivos aspiran a ocuparlos. Esa es la forma de abrir camino para que más mujeres ocupen puestos en la Alta Dirección y contribuyan al enriquecimiento de las empresas con su estilo de liderazgo.
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*María Luisa Pimentel Zamudio es Jefa de la Academia de Recursos Humanos de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana, campus México
