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Economía

México desperdició 8 años del nearshoring por incertidumbre económica y jurídica

28-01-2025, 12:20:19 PM Por:
México desperdició 8 años del nearshoring por incertidumbre económica y jurídica
© Vía Midjourney

Al no tener un sólido Estado de derecho, certeza jurídica, y seguridad en la oferta de energía e infraestructura, no se ha aprovechado la relocalización.

México no ha aprovechado los beneficios que la relocalización (nearshoring) ha planteado desde hace al menos ocho años, debido a que el país no cuenta con un Estado de derecho sólido, ni con una regulación que promueva las inversiones, en tanto que la actividad económica se ha debilitado significativamente, considera un análisis del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

“El hecho de no contar con las condiciones necesarias para aprovechar plenamente esta oportunidad como un sólido estado de derecho (sic), seguridad en la oferta de energía, infraestructura y logística adecuadas, (…) ha propiciado que el proceso de relocalización sea mucho más cauteloso, afectando el comportamiento de la inversión”, detalla el reporte.

Asimismo, México carece de una “regulación pro-inversión (sic), certeza jurídica, (y) estabilidad económica, fiscal y política”.

A esta problemática se añade que la actividad económica del país muestra un importante debilitamiento, profundizando que México no pueda aprovechar las ventajas del nearshoring.

Al citar cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el CEESP refiere que, de enero a noviembre de 2024, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) solo acumuló un avance anual de 1.3%.

“La menor actividad económica e inversión ha incidido en la capacidad de generación de empleo, especialmente en el formal”, por ello “hasta ahora la evolución de la actividad industrial no refleja el beneficio que tanto se resalta de la relocalización”.

Adicionalmente, “las expectativas para 2025 no son alentadoras”, en tanto que “la incertidumbre es el factor que mayor incidencia ha tenido y continuará teniendo en el debilitamiento de la inversión y del crecimiento de la actividad económica”, enfatiza el análisis del CEESP.

El nearshoring o relocalización se define como una práctica empresarial que consiste en trasladar los procesos de producción o de servicios a países cercanos de los mercados objetivo, con el propósito de reducir costos y mejorar la eficiencia en las cadenas de suministro.

Se trata de un fenómeno que empezó a gestarse en la segunda mitad de los años noventa del siglo pasado, aunque cobró fuerza a partir de 2016 con la guerra comercial que inició Trump contra China durante su primer mandato, y se potenció tras la pandemia de Covid-19.

Habrá menos inversión

El CEESP agrega que también es preocupante la “rápida tendencia descendente” de la inversión fija bruta, que el año pasado observó una variación anual negativa que no se veía desde febrero de 2021.

Lo mismo ocurre con el empleo en la industria manufacturera de México, que también disminuyó durante varios meses en 2024.

El estudio refiere que, desde que el proceso de relocalización comenzó a tener fuerza, nuestro país se ubicó como una de las naciones con mayor potencial para aprovechar sus beneficios.

“Incluso conforme avanzó el tiempo, estimaciones de diversas agencias y especialistas señalaron que este fenómeno podría elevar el ritmo de crecimiento del PIB a futuro en unos dos o tres puntos porcentuales. Sin embargo, hasta el momento no se ven indicios del beneficio que este proceso representa” para el país, lamenta la institución.

En México, añade el reporte, el nearshoring cobra relevancia sobre todo en el sector industrial, en especial en la manufactura, la tecnología y el turismo, áreas en las que se integran las actividades de las industrias automotriz y aeroespacial, la fabricación de semiconductores, de dispositivos médicos, y la minería, entre otras.

Sin embargo, ni la evolución de la actividad industrial, ni otros indicadores de la economía mexicana reflejan algún beneficio de la relocalización.  

“En este contexto, el consumo también se ha visto afectado. Muestra una clara tendencia a la baja, lo que refleja que la situación laboral no es la más idónea a pesar de los incrementos salariales”.

Por ende, para el CEESP, “es claro que la actividad económica continúa perdiendo fuerza, básicamente por el debilitamiento de la inversión, sobre todo porque no se percibe un buen momento para hacerlo”.

Esto último podría ser resultado de la reforma judicial, vigente desde el pasado 16 de septiembre de 2024, que establece que la ciudadanía debe votar a todos los jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación, y a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

“La inversión no está dispuesta a fluir si no hay seguridad en las reglas del juego”, destaca el organismo.

Por ello, concluye el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, la incertidumbre ha sido “el factor que mayor incidencia ha tenido y continuará teniendo en el debilitamiento de la inversión” en México, lo que aleja al país del nearshoring.

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autor Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.

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