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Economía

Los altos déficits fiscales provocan malos inicios de sexenio

04-07-2024, 11:52:04 AM Por:
Los altos déficits fiscales provocan malos inicios de sexenio
© Foto Arte

Históricamente, los presidentes que empiezan sus mandatos con altos déficits cierran su primer año con poco o nulo crecimiento. ¿Cuáles son las perspectivas para el inicio del sexenio de Sheinbaum?

Al final de 2024, México alcanzará un déficit fiscal de 5.8 por ciento como porcentaje del PIB, el mayor nivel desde 1988. Un déficit fiscal significa que el gobierno gasta más de lo que recauda y que, para contar con los recursos extras, ejerce acciones como adquirir mayor deuda.

La causa de este enorme déficit en México tiene que ver con los programas sociales y el año electoral que vivimos. La administración en turno decidió que era necesario mayor gasto social en una clara estrategia electoral, que sin duda le rindió buenos dividendos.

Sin embargo, independientemente del factor político, es un hecho que el déficit fiscal se convierte en un elemento de riesgo y presión para las finanzas nacionales. En los últimos 35 años el promedio del déficit fiscal en México era de 3.6 por ciento; es decir, tuvo en un solo año un incremento de 220 puntos base o 2.2 por ciento, que para efectos de finanzas públicas, es una cifra muy alta.

Ya de por sí México era un país con un déficit fiscal muy alto, su nivel promedio de 3.6 por ciento superaba al promedio de 2.8 por ciento de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), había mucho que trabajar en ese tema y hoy con mayor razón. La encomienda principal del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, que se mantendrá al frente de la dependencia al menos en el inicio de la siguiente administración, será reducir este déficit, pero no será una tarea fácil.

El propio Ramírez de la O y la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum, han sido optimistas señalando que pretenden bajar en un año el déficit fiscal a niveles de 3.5 por ciento, es decir, reducir en un periodo muy corto los efectos y la cifra del aumento deficitario electoral. Pero los expertos consideran que no será tan fácil como dicen, a menos que quieran provocar una fuerte caída en la economía, incluso más que una desaceleración.

Históricamente, el alto déficit fiscal trae aparejado consigo un mal inicio de gobierno, caracterizado por bajo crecimiento económico y períodos recesivos cortos, pero al final del día con impacto económico. En esta ocasión no será la excepción, estas son las cifras de otros momentos en la historia reciente del país.

Alto déficit fiscal, igual a mal inicio de gobierno en la economía

El escenario actual, con el que iniciará el gobierno de Claudia Sheinbaum, es similar al que se registraba en la transición entre los presidentes José López Portillo y Miguel de la Madrid Hurtado. En diciembre de 1982, el déficit fiscal del país alcanzó niveles de 6 por ciento, no muy lejos del rango estimado para este año. Dicho factor, combinado con otros problemas estructurales en la economía, provocó que en el primer año completo de la administración de  Miguel de la Madrid se registrara un desplome de 4.36 por ciento en el PIB.

En el siguiente sexenio, el de Carlos Salinas de Gortari, sucedió algo curioso porque recibió un país con un déficit fiscal de 5 por ciento, pero su primer año de gobierno tuvo un repunte del PIB de 3.65 por ciento. Sin embargo, no hay mucha certeza de las cifras y se considera que la economía reaccionó favorablemente a las primeras medidas de control sobre la inflación galopante que se padecía a lo largo de la década.

Para el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, las cosas no cambiaron mucho en cuanto al déficit fiscal que inició en 4.8 por ciento como porcentaje del PIB, lo que junto con la dramática devaluación del peso, el “error de diciembre”, determinaron un desplome de 6.29 por ciento en el PIB, en ese entonces y por mucho tiempo se mantuvo como la mayor caída de la economía en la era moderna del país, hasta que llegó el ajuste negativo de 8.2 por ciento registrado en 2020 a causa de la pandemia.

Vicente Fox Quesada también resintió al inicio de su administración los efectos de un alto déficit fiscal, ya que cuando asumió la presidencia, dicho indicador estaba en 4.2 por ciento, como resultado, su inicio fue negativo con menos 0.40 por ciento en su primer año.

A partir de entonces, los presidentes Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, habían recibido un nivel de déficit manejable no mayor al 3.5 por ciento del PIB, pero la historia cambió con Claudia Sheinbaum.

Las opciones son pocas

Como señalamos antes, las opciones para reducir el déficit fiscal y no dañar tanto a la economía no son muchas, considerando la estructura económica de nuestro país. Los expertos señalan dos opciones como las más viables:

1. Reducir el gasto:

Es la medida más usual, la reducción presupuestal representa un ajuste que, en apariencia, reporta resultados inmediatos porque disminuye de inmediato la demanda de recursos por parte de las diferentes áreas de gobierno. Sin embargo, sus efectos son negativos y también inmediatos por todas partes, desde la menor disposición de dinero para los programas y dependencias de gobierno, hasta la reducción de los servicios que presta y desde luego en la inversión pública, que se supone debe ser de, al menos, del 25 por ciento del PIB en el caso de México, pero que se considera caerá a niveles de 15 por ciento o menos. Menos recursos es igual a menor gasto y menor actividad económica, es inevitable, eso sucederá en México.

2. Más impuestos:

Desde luego, es la medida más impopular, no se considera probable en el caso de México, menos en un inicio de gobierno y mucho menos con la carga ideológica que parece traer consigo. Si bien es cierto que habrá aumentos a los impuestos por efectos de la inflación, pero no compensará las necesidades de gasto que requiere la administración. También podría darse una combinación de ambos factores, pero parece poco probable.

Pese a todo, el inicio de Sheinbaum no será peor a otros

Si se considera que en todos los cierres de sexenio con alto déficit fiscal el primer año de gobierno del siguiente presidente es negativo, en realidad este inicio de la presidente Sheinbaum no será tan malo. De hecho, parece que será el mejor para un periodo posterior a un elevado déficit fiscal porque ni siquiera será negativo.

De acuerdo con las proyecciones, se espera que en el 2025 el PIB sea de entre 1.5 y 1.8 por ciento, por debajo del nivel esperado para este año de 2.5 por ciento, pero en terreno positivo a diferencia de otros inicios de gobierno en los que fue inevitable la caída económica.

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