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La extraña historia con la que Yasmín Esquivel se dice inocente de plagio

03-01-2023, 6:10:00 AM Por:
La extraña historia con la que Yasmín Esquivel se dice inocente de plagio
© EFE

Utilizando políticamente las instituciones, la togada mantiene la versión de que su ensayo, con el que se tituló de abogada, es el que fue plagiado.

Francisco Muciño | Alto Nivel

Una carta manuscrita en la que un abogado se incrimina, el instrumento notarial que da cuenta de la misiva y asegura contar con la firma de su autor, junto con diversos dictámenes periciales hechos a documentos electrónicos y mecanografiados, son los elementos con los que la ministra de la Corte, Yasmín Esquivel Mossa, intenta probar que no plagió el ensayo con el que obtuvo su título de licenciada en derecho.

En una investigación inédita y sumamente veloz, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México decidió prestarse a una maniobra política, mas no jurídica, en defensa de la ministra, quien es señalada de presuntamente haber plagiado su tesis de licenciatura en 1987.

La intención era dejar constancia de que una autoridad la exoneraba de esas acusaciones, con el fin de mantener su candidatura a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), aunque finalmente la elegida para ese cargo fue la ministra Norma Lucía Piña Hernández.

Según la Fiscalía capitalina, la directora de la tesis que presentó en 1987 la hoy togada, la maestra Martha Rodríguez Ortiz, recibió en su domicilio una carta escrita a mano por Édgar Ulises Báez Gutiérrez, autor de un ensayo prácticamente igual al de Esquivel, también dirigido por la misma docente, pero registrado un año antes, en 1986.

En la epístola, el abogado habría admitido haber tomado, entre 1985 y 1986, “varias referencias y texto” del proyecto de tesis de Yasmín Esquivel, “porque necesitaba acabar la carrera rápido”. La carta, recibida en su casa por la directora de ambas tesis, presuntamente luego fue firmada por Báez Gutiérrez en presencia del Notario Público Amando Mastachi Aguario, titular de la Notaría 121 de la Ciudad de México.

No obstante, en una entrevista con el portal electrónico Eje Central, Báez Gutiérrez negó haber hecho ese reconocimiento, y afirmó tajante no haber plagiado la tesis de la ministra, pues “la lógica lo disipa todo: el que se titula primero, evidentemente tiene el texto original”.

Adelantada a su tiempo

La historia sostenida por Esquivel Mossa, aunque parezca inverosímil, es la siguiente: Ella habría iniciado su proyecto de tesis en 1985, dos años antes de concluir la licenciatura, por lo que desde esa fecha el documento habría estado en poder de la maestra Martha Rodríguez Ortiz.

Esta a su vez, en 1986, un año antes de que Esquivel defendiera la tesis, le habría mostrado el texto a Édgar Ulises Báez, a la postre, acusado de plagio por la ministra de la Corte ante la Fiscalía de la Ciudad de México.

Esta versión no solo es negada por el autor de la primera tesis, sino que también contradice lo señalado por el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, quien sostuvo la semana pasada que en esta controversia “resulta evidente la existencia de un plagio”.

Sin embargo, la Fiscalía capitalina determinó -en tan solo seis días- que “es evidente que la denunciante Yasmín Esquivel Mossa no copió, ni en partes, ni en su totalidad la tesis de Édgar Ulises Báez Gutiérrez”. Y aunque este último presuntamente sería responsable de plagio, esa instancia decidió no ejercer acción penal en su contra porque el delito ya prescribió.

Peritajes no prueban nada

El resultado de la investigación de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México también da cuenta de sendos peritajes aplicados a documentos mecanografiados que datarían de 1985, cuando Yasmín Esquivel habría iniciado su tesis. Además, un perito en informática constató que, en el repositorio electrónico de la UNAM, la tesis digitalizada de la ministra se alojó antes que la de Báez Gutiérrez.

Esto último no prueba cuál de las dos tesis se escribió primero, pues la misma UNAM aclaró que el proceso de digitalización de esos documentos no se realiza considerando sus fechas de presentación, sino que responde a procesos administrativos que nada tienen que ver con la originalidad de los textos.

Las tesis presentadas en la década de los años ochenta eran microfilmadas por la casa de estudios para su almacenamiento, luego, con el surgimiento de internet, el acervo ha ido digitalizándose paulatinamente.

Utilización de instituciones

El respaldo de la Fiscalía de la Ciudad de México a la rocambolesca versión de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, denota un uso político y faccioso de las instituciones, junto con una posible falsificación de documentos, y simulación de actos jurídicos, pues Édgar Ulises Báez Gutiérrez niega haber escrito y enviado la carta en la que -se dice- admitió haber plagiado porciones de la tesis de la togada.

De hecho, Báez Gutiérrez ha reiterado que él es el autor primigenio del ensayo, por lo que -en realidad- lo más importante en este escándalo aun está por suceder: Será el Comité de Integridad Académica y Científica de la actual Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM, de donde egresó Esquivel Mossa, el que determine quién tiene la razón, para posteriormente, junto con las autoridades de la máxima casa de estudios, determinar las consecuencias.

De probarse el plagio del que se le acusa a la ministra de la Corte, la sanción podría incluir la anulación de su título como licenciada en derecho, lo que supondría que fueran cuestionados todos los fallos que ha realizado en los últimos 22 años en su carrera jurisdiccional en la Suprema Corte, en los Tribunales Agrarios, y en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo del otrora Distrito Federal.

Si bien en términos jurídicos serían las partes contendientes en esos juicios los que tendrían que tramitar la nulidad de las actuaciones, en el supuesto de que se aplicara la sanción máxima a Esquivel, lo relevante del caso trasciende los aspectos de legalidad, mostrando que a la Suprema Corte de nuestro país no siempre llegan los juristas más probos e idóneos, sino aquellos que han acumulado poder político.

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autor Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.

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