Esto deben hacer los bancos en México y Latam para impulsar recuperación
Entre más dure la crisis, más riesgos existen para los bancos y más se requiere de la creatividad de las instituciones para encontrar soluciones a los desafíos.
En América Latina y el Caribe hay mucha incertidumbre sobre cuánto tiempo durará la crisis sanitaria y qué tan pronto y con qué rapidez lograrán recuperarse las economías.
“La profunda recesión y las graves pérdidas de ingresos de familias y empresas pueden causar problemas severos para los sistemas financieros”, advierte el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en su análisis llamado: Bancos sólidos para la recuperación económica, recomendaciones de política en tiempos de coronavirus en América Latina y el Caribe.
La institución advierte que los riesgos crediticios podrían ser uno de los principales problemas, debido a que esta crisis podría desarrollarse lentamente; todo indica que así será y que las economías de América Latina están en grave riesgo. El BID ya esboza un panorama desolador para la región mediante el siguiente diagnóstico contenido en su análisis.
El informe Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) del FMI, publicado en junio, estimó la pérdida del producto interno bruto (PIB) en un 9.2% para América Latina y el Caribe, mientras que las simulaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sitúan las pérdidas del PIB entre el 8% y el 10%. Dada la precipitada disminución de la actividad económica, los sectores financieros de la región se verán, sin duda, afectados.
El reporte señala: pese a que en la mayoría de los países, los niveles de las reservas internacionales siguen siendo relativamente altos en comparación con los déficits en cuenta corriente proyectados, la posición externa de muchos países es vulnerable. La pandemia, el subsiguiente cierre de las fronteras y los estrictos confinamientos han diezmado las ganancias en dólares de muchas empresas en América Latina y el Caribe”.
Con todo lo anterior, el BID hace una serie de recomendaciones a los sistemas bancarios y financieros de la región para que puedan impulsar la recuperación económica y al mismo tiempo mantengan la solvencia que les permita ser garantes de dicha recuperación.
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Impulsar la inclusión financiera
Dada la extensión de los programas de transferencias a las familias más pobres, las autoridades deben considerar modalidades de pago que impulsen la inclusión financiera, reduzcan el uso de efectivo y formalicen los pagos. Una posibilidad es combinar la oferta de una cuenta bancaria simplificada gratuita o una cuenta de dinero móvil gratuita con programas básicos de educación financiera. Los límites en el número de las transacciones y los saldos de las cuentas bancarias simplificadas también pueden aumentarse temporalmente cuando sea necesario.
Reducir comisiones
A fin de fomentar el uso de cuentas de dinero móvil para pequeños pagos y transferencias entre los sectores más pobres de la población, las autoridades pueden colaborar con los proveedores de servicios financieros para reducir o eliminar las comisiones asociados a estas transacciones. A tal fin, deberían considerar la posibilidad de conceder subsidios temporales.
Legislar a favor de la inclusión financiera
El Congreso y los formuladores de políticas públicas deberían aprovechar la oportunidad de promulgar y aplicar normas favorables a la inclusión financiera, especialmente reduciendo las actuales barreras de acceso a los proveedores alternativos de servicios de pago de baja cuantía, que pueden llegar a las poblaciones pobres sin amenazar la estabilidad financiera sistémica.
Provisiones de la banca
Los programas de garantía que ofrecen incentivos a los bancos para que mantengan líneas de crédito deben ser transparentes y deben presupuestarse de acuerdo con normas correspondientes sobre pasivos contingentes. También es importante hacer provisiones razonables para las pérdidas asociadas con estas garantías (como en las recomendaciones formuladas en el manual del FMI sobre transparencia fiscal).
Independencia regulatoria
La independencia de los supervisores bancarios debe mantenerse. A fin de garantizar que los supervisores bancarios y los bancos centrales conozcan los riesgos a los que se enfrentan tanto los bancos individuales como el sistema financiero, se debe pedir a los bancos que evalúen y notifiquen los riesgos de los préstamos en cartera para determinar quiénes podrán, y quiénes no podrán pagar sus deudas a tiempo. Estos informes deben seguir las normas y procedimientos regulares; no se deben relajar los estándares.
Pruebas de estrés
Los supervisores deberían aumentar la frecuencia de las pruebas de estrés, y deben elaborar escenarios apropiados dada la incertidumbre en relación con la pandemia. Las pruebas de estrés deben realizarse de manera proactiva para detectar aquellos bancos en riesgo de agotar sus colchones de capital y asegurar que exista un plan para reconstruir esos colchones en un período de tiempo determinado. La intervención temprana es clave para evitar que los problemas en instituciones específicas se vuelvan sistémicos.
Reservas de capital
Siempre que sea factible, los supervisores deberán mantener las regulaciones en materia de capital, provisión y liquidez, pero adoptando medidas de tolerancia discrecional cuando sea necesario, caso por caso. Durante este período de incertidumbre excepcional, se puede justificar la suspensión de las normas sobre provisiones retrospectivas que no tienen en cuenta las pérdidas esperadas. Sin embargo, en general, la provisión para pérdidas de préstamos debe seguir basándose en las pérdidas esperadas, a fin de garantizar la transparencia. Si estas medidas hacen que los ratios de capital sean inferiores a los mínimos reglamentarios, esto debería tolerarse durante la pandemia, ya que los colchones de capital están destinados a utilizarse para pérdidas inesperadas justamente durante períodos excepcionales. Los colchones de capital pueden ser restaurados en los meses siguientes.
Moratoria temporal
Un problema importante que cabe considerar en relación con las moratorias (es decir, simples postergaciones de pagos) es que la probabilidad de que se necesita una reestructuración aumenta con el tiempo. Estos programas ocultan el verdadero estado del sistema financiero y crean incertidumbre sobre la solvencia de los bancos. Las moratorias de préstamos, en caso de ser utilizadas, deben ser de carácter temporal.
Reestructuración de créditos
Es probable que las postergaciones de pagos sean insuficientes y que haya que reestructurar una cierta fracción de los préstamos en la mayoría de los países. Las autoridades deben buscar opciones menos invasivas para reestructurar los préstamos. Las autoridades de supervisión podrían establecer y publicar un régimen especial de reestructuración de préstamos que los bancos pueden adoptar de manera voluntaria. Este régimen podría proporcionar detalles sobre la categorización de los préstamos y los requerimientos de provisiones para los mismos
Supervisión en las reestructuras
Los supervisores y los bancos centrales deben ser proactivos en el estímulo de los regímenes de reestructuración de préstamos. En algunos países se está exigiendo un alivio generalizado de la deuda, lo que podría resultar poco eficiente y poner en riesgo la estabilidad financiera.
Apoyos fiscales
Un amplio programa de alivio de la deuda podría requerir un programa fiscal complementario para brindar apoyo a los bancos. Suponiendo que se cuente con el espacio fiscal suficiente, un mejor enfoque sería el de utilizar programas fiscales dirigidos a ayudar directamente a las familias y a las empresas viables.
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Evaluar programas de garantías
Los programas de garantía de préstamos han sido una respuesta común para apoyar el crédito en la región, pero son difíciles de implementar con éxito y es probable que solo sean apropiados para ciertos préstamos y prestatarios. Las autoridades deben considerar instrumentos alternativos y decidir en qué casos las garantías pueden realmente añadir valor, limitando a la vez los riesgos fiscales, y en qué casos serían preferibles otros instrumentos.
Apoyo a Mipymes
En contraposición a los préstamos respaldados por garantías, la asistencia no reembolsable podría brindar una mejor ayuda a las microempresas y a las empresas muy pequeñas. Con el tiempo puede quedar claro cuáles de estas firmas más pequeñas y probablemente informales son viables y cuáles no.
Incentivar formalidad
Si dicha asistencia y las transferencias se conceden a través de los bancos, deben estar vinculadas a incentivos para la formalización y la inclusión financiera.
Apoyo banca de desarrollo
En los países donde los bancos públicos gozan de una sólida capacidad de gobernanza y de evaluación de riesgos, estas instituciones pueden complementar la función de los bancos privados en lo que respecta a la canalización del crédito y otros tipos de asistencia a las empresas.
¿Cuál apoyo es mejor?
Para las empresas, el alivio fiscal (en particular sobre los impuestos laborales o sobre los pagos a la seguridad social) puede ser un mejor instrumento que la concesión de garantías. Se deben analizar los costos y beneficios y la complementariedad entre brindar alivio fiscal y las garantías de préstamos.
Fomentar créditos a Pymes
Las garantías proporcionan un mayor apalancamiento cuando son aplicadas a las carteras. Cuando se conceden garantías, se deben aplicar garantías parciales sobre las carteras de préstamos y hacerlo de tal forma que ofrezcan incentivos a los bancos para que cambien la orientación de sus préstamos hacia empresas más pequeñas.
Alternativas de financiamiento
Para evitar el sobreendeudamiento de las empresas, también se puede proporcionar financiamiento a través de un instrumento de capital o similar. El instrumento más adecuado depende del estado financiero de la firma, de si cotiza en un mercado de valores y de la profundidad y sofisticación de los mercados financieros.
Enfocar ayudas
La crisis de COVID-19 está cambiando las estructuras económicas; algunos sectores sufrirán mientras que otros pueden beneficiarse. Se necesitan inversiones en áreas que pueden apoyar a las empresas en crecimiento y se debe limitar la ampliación de asistencia en los sectores que se están desacelerando.
Viabilidad de las empresas
Se requiere una experiencia considerable para separar las firmas que son viables de las que no lo son. Los bancos deben estar mejor informados acerca de la situación financiera general de sus clientes corporativos, y deben poner esta información a disposición de la institución o del consejo encargado de evaluar la viabilidad de las empresas.
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La crisis será larga y los sistemas bancarios de la región deben prepararse para enfrentar los diversos retos que significará la situación económica más compleja en muchas décadas, advierte el BID.