Estas son las zonas con mayor riesgo sísmico de la Ciudad de México
Si ocurre un temblor en la CDMX, estas son las zonas que corren mayor riesgo, sin embargo, en entrevista, especialistas nos dicen que conocer esta información puede ayudar a realizar una correcta prevención.
El escritor portugués José Saramago aseguraba que el Libro de los Contrarios estipulaba que “el caos es un orden por descifrar”.
También así se podría resumir el trabajo de los sismólogos tras el terremoto del 19 de septiembre: la destrucción explicada por la lógica.
¿Por qué la destrucción?
“Lo que sabemos es que la magnitud es siempre la misma, no es que haya temblores de 7.1 que se sientan más o menos; el siguiente factor es la distancia de la fuente y, finalmente, en el caso de la Ciudad de México, está el tipo de suelos que tenemos”, explica Allen Husker, titular del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM.
Estos fueron los factores que derivaron en la violenta sacudida de aquel martes. Pero el tercero –el tipo de suelo–, en particular, fue el que puso realmente a prueba las estructuras capitalinas.
“En este sismo se midió, además de la intensidad, la aceleración de las ondas sísmicas, la cual, nos han dicho, fue del doble que en el terremoto del 85. Es una variación que causa muchos de los daños que vimos. De igual forma, el periodo de la onda fue especialmente nocivo”, explica Recaredo Arias, presidente de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
La AMIS, en coordinación con otras instituciones, se ha encargado de realizar un mapa en el que marca, a partir de una serie de patrones observados en los sismos más poderosos que han golpeado a la Ciudad, las áreas de mayor riesgo.
En el mapa que muestra Arias se identifica rápidamente una franja de puntos rojos que cruza la zona centro de norte a sur. Cada punto es un edificio caído o dañado severamente.
“Los colapsos indican que la zona de Xochimilco, una parte de Tlalpan y Reforma –a la altura de colonias como la Roma o Condesa—, son las áreas de mayor riesgo, debido al tipo de suelo”, comparte Husker.
¿Por qué los edificios?
Otro dato que evidencia la AMIS a partir de estos estudios es el daño estructural de las construcciones.
“En los edificios de tres a siete niveles se registraron las principales afectaciones, porque es donde las ondas se igualan y entran en resonancia sobre el edificio. Las estructuras más rígidas, que oscilaron como cajas, fueron las más perjudicadas”, advierte Arias.
Asimismo, en las estructuras más altas también se apreciaron los daños en los niveles más bajos, a la altura del tercer al séptimo nivel, agrega el directivo.
En tanto, para Husker la actuación de los ciudadanos fue oportuna, aunque, contrapone, nunca se puede estar prevenido para un terremoto de esta magnitud y con estas características.
Lo subsecuente, sobre todo para aquellos que viven cerca de las zonas de mayor riesgo, es solicitar apoyo para analizar las estructuras de casas y edificios.
“Si el edificio aguantó, sería oportuno solicitar ayuda de un ingeniero civil, para asegurarse de que el edificio esté en buen estado. También pueden acercarse a las autoridades de protección civil o solicitar apoyo en sus delegaciones”, exhortó Husker.
¿Qué zonas son las más afectadas?
Pese a que se trató de un sismo con ciertas peculiaridades, como fue el rompimiento de una placa, la distancia muy cercana a la zona centro del país y una profundidad media, las colonias señaladas, a las que habría que sumar la zona de Coapa, el área del actual Aeropuerto y algunos puntos de la Del Valle y Narvarte, son las más amenazadas por estos movimientos.
“Hay comportamientos que nos indican que las ondas sísmicas, aunque vengan de otro epicentro, sí afectan principalmente esa franja. A nivel de zonas se confirmó que las afectaciones que hubo en el terremoto del 85 siguieron el patrón marcado, y, de igual forma, los edificios bajos han sido los más castigados”, sostiene Arias.
¿Qué debo tomar en cuenta?
La buena noticia es que la cultura de prevención que se impulsa desde el 85 dio buenos resultados en el contexto de un terremoto que pudo haber sido más catastrófico, dice Arias, quien prefiere no dar a conocer aún las cifras de daños en edificios, pues, asegura, irá en aumento exponencial en los próximos días.
La mala noticia es que, a pesar de un reglamento de construcción que ha demostrado ser efectivo, aún se requiere de una mayor supervisión y vigilancia para cumplir con las especificaciones por parte de las instancias de Gobierno y constructoras responsables.
Por otro lado, Arias sugiere prepararse no sólo al reconocer puntos seguros para salvar la vida, sino también con algún programa de seguro para las viviendas y edificios, pues un evento como el del 19S puede terminar con este tipo de patrimonio.
En la actualidad, dice, solo el 25% de las viviendas cuentan con algún seguro (incluyendo las que se encuentran en algún programa hipotecario), un número muy bajo para una Ciudad que regresa al caos cada tantos años.
La CDMX publica atlas de riesgo
El Gobierno de la CDMX, en colaboración con el Instituto Politécnico Nacional, presentó el Atlas de Riesgo de la capital.
Fausto Lugo, Secretario de Protección Civil, advirtió que hay 67 colonias que se ubican dentro de las zonas de mayor riesgo, las cuales están repartidas en once delegaciones. Es decir, en la Ciudad de México hay más probabilidades de vivir en una zona sísmica que una que no lo es.
El mapa completo, que se puede consultar en https://goo.gl/C4n2X9, coloca a las zonas sísmicas de mayor impacto como aquellas en las que se ubican depósitos lacustres –donde anteriormente se encontraban los lagos de Xochimilco y Texcoco— con altos contenidos de agua, lo cual amplifica las ondas sísmicas.
La zona de lo que fue la orilla del lago, donde actualmente se ubican las áreas más afectadas de colonias como la Condesa, Doctores, Roma Norte y Roma Sur, y varias más, fue la que cargó con los principales daños estructurales.
En tanto, el área céntrica del lago, con grandes centros urbanos en la actualidad, como Nezahualcóyotl, Pantitlán y la zona oriente de la CDMX, salió mejor librada, salvo afectaciones evidentes en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Sin embargo, cabe destacar que, por demarcaciones, las que se ubican en situación más comprometida son Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo, seguidas por la colindancia con Álvaro Obregón y Azcapotzalco.