Empresarios quieren que gobierno refuerce el combate a la piratería
Este delito deja pérdidas de más de 10,000 millones de pesos a los sectores productivos del país, además de que el erario público también se ve afectado.
Los industriales del país planean solicitar al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum se refuerce el combate a la piratería, un problema que no solo se mantiene desde hace décadas, sino que cada vez es más grave al incrementarse el ingreso a México de productos ilegales de China, Vietnam y Camboya, entre otros, lo que deja pérdidas anuales de más de 10,000 millones de pesos.
De acuerdo con información de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), México ocupa el primer lugar en América Latina en los delitos de piratería y contrabando, ya que una de cada tres mercancías que se venden en el país provienen del mercado ilegal.
Por ejemplo, uno de cada cinco cigarros que se consumen en México no tienen un origen legal, ya sea porque provienen del contrabando o porque se trata de piratería; ocurre lo mismo con el 38% de las bebidas alcohólicas, mientras que en la industria textil este porcentaje alcanza el 65%.
Esto significa que, además de los productos pirata, que imitan a los de marcas establecidas, existe todo un mercado ilícito en el que se venden y consumen mercancías originales pero que ingresaron a territorio mexicano en forma ilegal.
Con esto, solo por la venta ilícita de cigarros pirata o de contrabando, el erario pierde anualmente 13,500 millones de pesos, a los que se suman otros 8,500 millones que la Secretaría de Hacienda deja de recaudar por la comercialización de bebidas alcohólicas ilegales.
Por eso, los industriales quieren acordar una agenda de trabajo coordinado con el gobierno federal, a fin de que se implemente una política integral de seguridad en beneficio de todos los sectores productivos.
Impunidad generalizada
La piratería y el contrabando afectan especialmente a las industrias del tabaco, del alcohol, textil y del calzado, aunque también otros sectores se ven afectados como la industria farmacéutica o la de los plaguicidas.
Esta problemática se agudiza, según Canacintra, debido a que el 60% del comercio en nuestro país es informal. De hecho, hay una relación intrínseca entre la informalidad y la venta de productos pirata o de contrabando, además de que estos bienes llegan a México como parte de las actividades de algunos grupos del crimen organizado.
Los industriales han enfatizado que la solución a este flagelo no pasa por elaborar nuevas leyes o reformar las existentes para castigar con mayor severidad estos delitos, pues -hasta ahora- las normas son adecuadas, simplemente deben hacerse cumplir, ya que en este rubro la impunidad es prácticamente del 100%.
En el caso de los cigarros, la Cámara Nacional de la Industria de Transformación refiere que, con datos proporcionados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), se han identificado alrededor de 260 marcas ilegales de estos productos, aunque solo seis dominan el 90% del mercado ilegal de tabaco.
Marble, Time, D&J, Royal, Marshal, y President son los distintivos líderes de los cigarros que ingresan al país de contrabando, los cuales son importados desde Vietnam, China, India y Corea del Sur.
A estos se suman los cigarros piratas, que se venden sobre todo en mercados, tianguis, y puestos callejeros. Estos provienen principalmente de China, Emiratos Árabes Unidos, Camboya, Vietnam y Paraguay.
Se trata de imitaciones de las marcas más famosas de cigarros, cuyo contenido no sigue ningún tipo de control sanitario ni de calidad, lo que pone en riesgo la salud de quienes los consumen.
A su vez, la venta de bebidas alcohólicas ilegales genera pérdidas anuales de más de 8,500 millones de pesos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ya que quienes se dedican a esta actividad delictiva intercalan botellas ilegales en las cajas de mercancía legal, comercializándose incluso en establecimientos formales.
Cultura de la legalidad
En México suele creerse que la piratería es un delito que no deja víctimas, a pesar de que siete de cada 10 mexicanos reconocen que consumir estos productos genera afectaciones económicas a todo el país.
La Canacintra estima que 41 millones de personas adquirieron -en 2023- algún tipo de piratería, gastando unos 20,000 millones de pesos en música, películas, programas computacionales, libros, cigarros, bebidas, y hasta aplicaciones electrónicas para dispositivos móviles, todas con un origen ilegal.
También de procedencia ilícita se consumen videojuegos, ropa, calzado, medicamentos, y aparatos electrónicos.
Un sondeo de la empresa demoscópica BGC apunta que casi el 70% de la población mexicana adquirió al menos un producto pirata en el último año. Los tianguis o mercados sobre ruedas son los lugares más mencionados para comprar este tipo de mercancías.
Entre las razones que esgrimen quienes consumen piratería destacan la mayor disponibilidad para adquirirlos y las restricciones económicas: El 31% reconoce que compra estos artículos porque están “más a la mano”, ya que los venden hasta en la calle, mientras que el 25% mencionó que es lo que puede comprar con el dinero que tiene.
Además, 19% afirma que no está de acuerdo con pagar el precio de los productos originales.
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