El nuevo (e inesperado) milagro en la economía mexicana
Algo que nadie esperaba en México, tan dependiente de Estados Unidos y del petróleo, pasó: las ventas minoristas y el consumo han crecido más del doble que el resto de la economía, logrando “salvar” al crecimiento económico de un desplome. Aquí te contamos cómo ocurrió este nuevo milagro económico y por qué no durará mucho.
Sin que nadie lo esperara, ni siquiera el gobierno, un nuevo ‘milagro’ económico surgió y está salvando la economía de México desde 2015.
La mayoría de los consumidores mexicanos ve un panorama incierto para la economía y sus bolsillos el próximo año, pero eso no les impide sacar la cartera para hacer más compras.
El ritmo y fortaleza con la que los mexicanos adquieren productos y servicios está sorprendiendo hasta los más optimistas, que creían que este ‘boom’ no sería sostenible por mucho tiempo, pues los tradicionales motores de la economía, las exportaciones y el gasto público, pierden potencia.
Pero, contra todo pronóstico, el consumo se volvió el nuevo tractor de la economía del país, hasta ser el 68 por ciento de todo el Producto Interno Bruto (PIB) de México, de acuerdo con estimaciones de Interacciones Casa de Bolsa.
Hay tres razones que explican este fenómeno:
- La inflación, la más baja de la que se tenga registro, está creciendo menos que los salarios, por lo que aumentó el poder adquisitivo.
- La depreciación del peso frente al dólar impulsó el valor de las remesas y reorientó el gasto de los mexicanos hacia productos nacionales.
- La expansión del crédito al sector privado.
Entre la década de los cincuenta y setenta del siglo pasado, México vivió un ‘milagro’ económico de crecimiento estable, apoyado por una política de sustitución de importaciones que protegía la industria local y mantenía un mercado cautivo. ¿El país está viviendo otro milagro en consumo? ¿Cuánto tiempo durará? Parece que las personas continuarán sacando el efectivo y la tarjeta todo este año, pero tal vez sea para adelantar sus compras mientras dura el momento. Las tres causas que estimularon las compras felices pueden volverse factores en contra en 2017.
Terapia de ‘shopping’
El sentimiento de los consumidores sobre la situación económica presente y futura del país es pesimista. Así lo muestra la última encuesta de Confianza del Consumidor del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) hecha en mayo. Pero se mostraron más positivos cuando se les preguntó por sus posibilidades de adquirir bienes duraderos, como muebles, televisores, lavadoras u otros aparatos domésticos.
Durante 2015, el Producto Interno Bruto (PIB ) de México creció 2.5 por ciento a tasa anual. El sector terciario (comercio y servicios) fue el que más aumentó, con un 3.3 por ciento, mientras que las actividades secundarias (manufacturas, construcción, minería, energía, industria petrolera) avanzaron sólo 1.0 por ciento, afectadas por Estados Unidos, cuya economía sigue sin recuperarse del todo de la crisis de 2008.
Mientras, las ventas al menudeo en tiendas departamentales y de autoservicio durante 2015 fueron por 1.32 billones (millones de millones) de pesos, 10.3 por ciento más que el año anterior, según el reporte de la Asociación Nacional de Tiendas Departamentales y Autoservicio (ANTAD).
Los factores que influyeron en el crecimiento de las ventas, en opinión de los asociados, fueron la menor inflación registrada en la historia, que ayudó a la recuperación de los salarios, el incremento en los ingresos por remesas y el impulso del crédito.
El panorama externo no daba buenas expectativas para México durante 2016, pero el consumo dio otra sorpresa en el primer trimestre. Las actividades terciarias crecieron 3.7 por ciento respecto al primer cuarto de 2015, el comercio y los servicios de hotelería crecieron 3.6 y 6.8 por ciento, respectivamente.
“Nos sorprendió. Viendo los datos de la producción industrial de Estados Unidos, se veía una clara tendencia negativa para el PIB de México”, dice Carlos Fritsch, economista en jefe de Interacciones Casa de Bolsa.
¿Por qué la gente sigue comprando pese a que tiene una visión pesimista sobre la economía? El especialista considera que el descontento de las personas se debe más a otros asuntos, como la corrupción y la inseguridad.
“Me extraña que el gobierno no haya ‘cacareado’ el hecho de que el consumo sea por la baja inflación y sea por el éxito que han tenido algunas reformas por la baja de precios, como en telecomunicaciones”, agrega Fritsch.
Por lo pronto, los consumidores seguirán comprando con fuerza en lo que resta del año
Fiesta crediticia
Mención aparte merece la expansión del crédito, que está impulsando el gasto de las personas. Bank Of America Merrill Lynch indica en un análisis que el crédito al sector privado está creciendo cuatro veces más que la economía misma. Particularmente, el crédito para bienes durables está creciendo a su mayor ritmo en esta década.
“Casi el 31% del consumo proviene del crédito (…) Para el mes de abril de este año la cartera de crédito al consumo privado era de casi 783,000 millones de pesos”, indica Jorge Sánchez Tello, economista de la Fundación de Estudios Financieros (FUNDEF).
Los bancos incrementaron la cartera de crédito al consumo 11 por ciento entre enero y marzo de este año. De esta forma, los hogares obtuvieron 83,986 millones de pesos (mdp) adicionales para su consumo, según Interacciones Casa de Bolsa.
Los créditos de nómina, que tienen bajo riesgo para los bancos porque descuentan los pagos cuando el patrón deposita los sueldos de sus trabajadores, han contribuido a sostener este crecimiento en el gasto.
En 2015, el saldo de los créditos de nómina se elevó a una tasa anual de 14.7 por ciento hasta 173,131 millones de pesos (mdp) repartidos en 4.2 millones de créditos, de acuerdo con un reporte del Banco de México (Banxico).
¿Cuánto durará este milagro?
Las tres causas que están impulsando este alto consumo (baja inflación, un peso débil y créditos altos) pueden volverse factores en contra de los consumidores. ¿Cuándo ocurrirá? No se sabe, pero los primeros síntomas podrían presentarse a finales de 2016.
En 2015, la inflación cerró en 2.13 por ciento, la más baja en 45 años, de acuerdo con el Inegi. Pero Bank of America Merrill Lynch espera que la depreciación del peso se note, ahora sí, en los precios.
“Vemos que la inflación se mueve lentamente hacia arriba (hasta 3.3% para finales de año) debido a que los precios de mercancías se incrementarán debido a la debilidad del peso”, dijo el banco de inversión.
Finamex Casa de Bolsa coincide en un análisis que “el fantasma de la inflación ya comenzó a asomarse en los precios al productor”, los cuales influyen directamente en el precio final para los consumidores.
Jorge Sánchez Tello, del FUNDEF, recalcó que índices de morosidad son adecuados en México y estamos en el mejor ciclo de expansión del crédito en el país.
No obstante, los consumidores podrían no consumir a la misma velocidad de este año, ya que habrían adelantado compras y disminuido su capacidad de endeudamiento.
Por ejemplo, en los créditos de nómina, aumentó el tiempo de pago. El plazo promedio de estos créditos fue de 40 meses, lo que representó un aumento de tres meses respecto a los otorgados durante 2014. El 81% de estos créditos tenían un plazo mayor a dos años, según el reporte del Banco de México. Es decir, la gente se está endeudando más y por más tiempo a través de los créditos de nómina.
“Es posible que primero tengamos que ver una desaceleración en la tasa de crecimiento del crédito antes de ver una desaceleración en la tasa de crecimiento del consumo”, dice Carlos Capistrán, economista en jefe para México de Bank of America.
Las personas siguen comprando, pero con desconfianza, lo que podría haberlos orillado a anticipar sus compras de 2017, considera Carlos Fritsch, de Interacciones, quien espera un crecimiento menor para el próximo año.
Por décadas, un fuerte consumo interno fue la asignatura pendiente de México. Ahora que las compras sostienen la mayoría de la economía nacional, no se tiene certeza de cuánto durará este nuevo milagro económico mexicano. Las expectativas a corto plazo no son halagüeñas.