El emprendedor de 25 años que conecta empresas con talento On Demand
Con solo 25 años de edad, Javier es la mente detrás de Trabajazo.com, plataforma que conecta a emprendedores, pymes y empresas con freelancers certificados en distintas especialidades.
Javier Fonticoba siempre ha tenido un espíritu emprendedor. Desde sus días en la preparatoria, soñaba con tener su propio negocio y alcanzar la independencia financiera. Su primera aventura empresarial fue una innovadora compañía de drones, que introdujo la topografía aérea a Los Cabos, Baja California Sur. A pesar de su éxito inicial y la confianza que sus clientes depositaron en él, Javier pronto se enfrentó a un desafío que cambiaría el rumbo de su carrera.
Al crecer su empresa de drones, se dio cuenta de que necesitaba talento especializado para llevar a cabo proyectos complejos. Sin embargo, en su búsqueda, descubrió que no había un lugar único donde pudiera encontrar a los profesionales adecuados. Sus amigos le sugirieron crear una bolsa de trabajo, pero Javier sabía que eso no era suficiente; necesitaba un espacio donde los empleadores pudieran contratar talento por proyecto.
Así nació la idea de Trabajazo.com, una plataforma mexicana de freelancing que conecta a empleadores con freelancers dispuestos a trabajar por proyectos específicos. Pero como cualquier gran idea, su desarrollo no fue sencillo. A sus 17 años, Javier carecía del capital necesario para llevar a cabo su visión. Decidió buscar apoyo financiero a través del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), pero tras haber pasado todos los filtros de selección, la desaparición de la organización lo dejó en un limbo.
Sin embargo, la adversidad no detuvo a Javier. Cuando la pandemia golpeó el mundo, él vio una oportunidad: el trabajo en línea estaba rompiendo barreras y facilitando nuevas formas de colaboración. Decidió retomar su idea de Trabajazo y buscar financiamiento. Con el apoyo de sus padres, logró desarrollar un producto mínimo viable, que le permitió comenzar a atraer la atención de inversionistas.
A pesar de sus esfuerzos, Javier se encontró con muchas puertas cerradas. Se enfrentó a una dura realidad: el síndrome del impostor (dudar de uno mismo) y la falta de reputación lo hacían parecer un novato ante muchos fondos de inversión. Tocó más de 250 puertas antes de que solo cinco inversionistas decidieran confiar en su proyecto. Con su determinación y la ayuda de personas cercanas a él, finalmente logró reunir el capital necesario para lanzar Trabajazo.
Los aprendizajes de Javier
A lo largo de su camino, Javier aprendió lecciones valiosas que hoy comparte con otros emprendedores. Primero, subraya la importancia de las aceleradoras de negocios, que pueden brindar apoyo financiero y orientación estratégica. También enfatiza la necesidad de diversificar los canales de promoción y no confiar solo en un medio. “No hay que poner todos los huevos en una canasta”, dice, recordando que esto aplica tanto en marketing como en la estructura empresarial.
Además, resalta la relevancia de tener una plataforma sencilla y segura. Trabajazo se distingue no solo por ser un marketplace que conecta a freelancers y empresas, sino también por su enfoque en la seguridad fiscal. La plataforma facilita a los freelancers el manejo de sus impuestos y ofrece a los empleadores facturas deducibles, aspectos que muchas veces se pasan por alto en el mundo del freelancing.
En menos de seis meses, Trabajazo ha registrado a más de 10,000 usuarios, de los cuales 1,300 son freelancers, y ha completado más de 2,000 proyectos en sectores que abarcan tecnología, diseño, marketing y consultoría empresarial, entre otros. La plataforma ha logrado facilitar miles de transacciones, creciendo entre 15 y 20% mensualmente. Su modelo de negocio, basado en comisiones por transacción, permite a las pequeñas y medianas empresas acceder a talento de calidad sin comprometer su liquidez.
El crecimiento de Trabajazo responde a la necesidad, tanto de empresas como de profesionales, de simplificar la experiencia freelance con herramientas de gestión de proyectos y procesamiento seguro de pagos que garanticen la confiabilidad del proyecto.
Javier tiene grandes planes para el futuro de Trabajazo. Su visión es expandir los servicios ofrecidos a los freelancers, incluyendo acceso a seguridad social y otros beneficios, algo que actualmente les falta. Con una base sólida y un crecimiento constante, Javier está determinado a hacer de Trabajazo un referente en el ámbito del freelancing en México.
Finalmente, Javier anima a los emprendedores a nunca rendirse y a mantener la fe en sí mismos. “No hay que ser un experto para emprender; lo que realmente se necesita es perseverancia y confianza en nuestras propias capacidades”, concluye. Su historia es un recordatorio de que, aunque el camino del emprendimiento esté lleno de obstáculos, la pasión y la dedicación pueden convertir una idea en una realidad exitosa.
Con Trabajazo, Javier Fonticoba no solo ha creado una plataforma para conectar talento y empresas, sino que también ha demostrado que los sueños pueden hacerse realidad con esfuerzo y determinación.
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