¿Por qué Banxico continuará alzas de tasas pese a que la inflación va a la baja?
El dato de 7.80% anual de la inflación durante noviembre podría generar una falsa esperanza, pero la tarea de Banxico está lejos de terminar.
Al parecer, la tendencia bajista de la inflación sigue consolidándose en nuestro país. El pico de este proceso inflacionario en México fue alcanzado en el mes de agosto cuando la lectura general de la inflación se ubicó en 8.70 por ciento.
El mes inmediato, septiembre, la inflación se mantuvo en la misma lectura de 8.70 por ciento, todavía muy elevada, pero con la buena noticia de que ese mes detuvo su carrera alcista. Para octubre la inflación bajó a 8.41 por ciento anual, mientras que la cifra más reciente correspondiente al mes de noviembre señala que este mismo indicador de inflación se ubicó en 7.80 por ciento anual.
Con el retroceso de la inflación, se podrían sentar las bases para que nuestro banco central ya no suba más la tasa de interés, al menos esa sería una expectativa, si consideramos que la justificación de los incrementos de la tasa de interés obedece a que la inflación se incrementó.
Pero, la expectativa nos dice que el Banco de México (Banxico) vuelva a subir su tasa de interés este mes antes de que finalice al año, quizás la noticia positiva consistiría en que el ajuste al alza de la tasa de referencia de Banxico será menor respecto a los otros incrementos que hizo este año.
Se espera que Banxico suba solamente 50 puntos base su tasa de interés, menos de los 75 puntos base que ajustó la tasa este año en 4 ocasiones.
¿Por qué si la inflación baja, Banxico no deja de subir la tasa de interés?, ¿no es acaso una contradicción de nuestro banco central?
Tratemos de explicar de la manera más sencilla posible los justificantes que tiene Banxico para subir la tasa de interés de referencia.
Primer justificante: Inflación del doble
Suponga usted que su doctor le dijo que tiene 30 kilos de sobrepeso (por decir una cifra) y, por tal motivo, debe someterse a una dieta para bajar esos kilos demás. Ese proceso inicia con cierta estabilidad, logra dejar de ganar peso y eso ya es una buena noticia (en el caso de la inflación sería el equivalente a que esta ya no subiera). En el segundo paso usted empieza a perder peso. El primer mes pierde 5 kilos y el segundo mes otros 5 kilos. Sin duda son muy buenas noticias, Pero, todavía tiene 20 kilos de sobrepeso, el objetivo no se ha logrado más que parcialmente, usted debe seguir sometido a la dieta para llegar a la meta de los 30 kilos.
Banxico llegó a registrar una tasa inflacionaria de 8.7 por ciento cuando el objetivo es de 3 por ciento anual y un máximo de 4 por ciento, considerando ya el margen de tolerancia de más/menos un punto porcentual.
Esto significa que la inflación general que conocimos este jueves, de 7.80 por ciento, es todavía más del doble de la tasa objetivo general de 3 por ciento, 2.6 veces para ser exactos, así como 1.95 veces si la medimos con el margen de tolerancia. No hay razón alguna para pensar que Banxico deba dejar de subir las tasas, si bien la inflación ha bajado, todavía está “intolerablemente” alta. Es como decir que porque el paciente perdió peso debe dejar la dieta, el riesgo a su salud por un “rebote” es muy elevado.
Inflación subyacente, gran amenaza
Existe un indicador, el de la inflación subyacente (precios que no están sujetos a decisiones de carácter administrativo, estacionalidad o alta volatilidad), que muestra con más claridad y contundencia la trayectoria de un indicador como la inflación.
Si la inflación general, que incluye todo tipo de productos, bienes y servicios, se mueve a la baja, pero la inflación subyacente se mantiene sin variaciones o, peor aún, se incrementa, entonces tenemos malas noticias.
¿Cómo está México en materia de inflación subyacente?
La cifra del mes de noviembre muestra que la inflación subyacente se ubicó en 8.51 por ciento; de entrada, esta tasa es mucho más elevada que la tasa general de 7.80 por ciento, sin duda una mala noticia.
Si consideramos que la inflación subyacente estaba en 8.05 por ciento cuando la tasa de inflación general alcanzó su pico en agosto y septiembre pasado con lecturas de 8.70 por ciento, entonces las malas noticias empeoran. La inflación subyacente, esa que no considera precios volátiles, no solamente sigue alta sino incluso está más alta que hace unos meses.
Por estas dos causas: el hecho de que la inflación general del país todavía se ubique prácticamente al doble de lo que es el objetivo del banco central, más un desempeño alcista de la inflación subyacente, es imposible que Banxico abandone su campaña alcista de tasas de interés.
De modo que, seguramente Banxico será criticado y se le exigirá que deje de subir las tasas de interés porque ya no hay justificante debido a que la inflación va a la baja. Lo cierto es que la tarea del banco central mexicano para regresar la inflación a rangos de tolerancia, está lejos de terminar.
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