El estado donde más Pymes y empleos se perdieron por la pandemia
Quintana Roo es la entidad donde más negocios murieron y menos nacieron desde que comenzó la crisis económica por la pandemia.
En México, la mortandad empresarial es un fenómeno constante que tiene antecedentes previos. Año con año nacen menos empresas de las que mueren, eso tiene efectos de largo plazo en las estadísticas relacionadas con el empleo y en el crecimiento y consolidación de hechos que históricamente son un lastre para la economía mexicana como la informalidad, que por sí misma es una consecuencia directa de la constante mortandad empresarial.
Pero la pandemia aceleró los decesos de los negocios. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), publicó el Estudio sobre la Demografía de los Negocios 2020 (EDN), en el que no queda duda sobre el “escenario catastrófico” que generó el fenómeno en México durante el fatídico 2020, cuando la pandemia golpeó todas las estructuras económicas globales.
El estudio en cuestión es relevante porque en México no se había realizado algo similar desde el año 2012, exactamente 37 meses después de que se llevaron a cabo los Censos Económicos 2009; hoy, era indispensable conocer lo que había sucedido con la vida de los negocios en un entorno de crisis como la que vivimos. En esta ocasión el análisis se realiza 17 meses después de los últimos Censos Económicos, los de 2019, pero la ocasión lo amerita.
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Pandemia profundizó la mortandad empresarial
Es un hecho, la pandemia golpeó el clima de negocios en México y obligó al cierre de empresas. Los datos proporcionados por el INEGI señalan que en 2019 habían registrados 4 millones 857 mil 7 establecimientos, mientras que para el primer bimestre de este año la cifra es de 4 millones 465 mil 593 establecimientos, eso representa una contracción de 391 mil 414 unidades económicas, igual a 8.06 por ciento.
En lo que ha sido prácticamente el periodo de la crisis, nacieron en México 619 mil 443 establecimientos, pero murieron en ese mismo lapso de tiempo 1 millón 10 mil 857 unidades, es decir, mueren 1.63 negocios por cada uno que nace.
Algo que es preocupante es el tamaño de las unidades que cierran porque si bien las microempresas tienen una gran participación en el mercado laboral, las llamadas Pymes (Pequeñas y Medianas Empresas), no se quedan atrás.
De acuerdo con las cifras oficiales, durante el periodo en estudio del total de microempresas establecidas 13.11 por ciento vieron la luz, pero a cambio 20.80 por ciento tuvieron que cerrar. Sin embargo, en el sector Pyme las cifras son más dramáticas ya que del total de empresas apenas 2.81 por ciento nacieron en el lapso de estudio y en cambio se registró una mortandad del 21.17 por ciento.
Si analizamos el desempeño de los sectores de actividad económica también encontramos algunos que han resultado más afectados. En el sector manufacturero nació el 8.78 por ciento de las empresas totales durante el periodo estudiado, pero murió el 15 por ciento. En el sector comercio la relación fue de 13.75 por ciento de nacimiento contra 18.98 por ciento de mortandad y en el sector de servicios privados no financieros hubo un 12.85 por ciento de nacimientos contra 24.92 por ciento de cierres.
El promedio nacional de la tasa de nacimientos de unidades de negocio en México fue de 12.75 por ciento respecto a los establecimientos totales; Tlaxcala, uno de los estados más chicos y pobres del país, tuvo la tasa de mayor crecimiento con 19.31 por ciento, mientras que en Quintana Roo se registró la tasa más baja con apenas 7.67 por ciento.
La tasa promedio de mortandad de unidades de negocio en el país fue de 20.81 por ciento; Quintana Roo fue la entidad con la mayor tasa al registrar el 31.88 por ciento del total, lo que se explica a todas luces por los efectos del confinamiento, que provocó el cierre de miles de negocios relacionados con el sector turístico. Oaxaca fue el estado en donde menos mortandad empresarial se registró con una tasa de 13.70 por ciento del total.
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Desempleo
Comentábamos líneas arriba que la mortandad empresarial tiene efectos directos en indicadores como el empleo, es de hecho este rubro el que más refleja la situación positiva o negativa.
En el caso de México lamentablemente las cifras no son buenas. De hecho, reflejan en toda su magnitud el efecto del cierre constante de unidades de negocio preponderantemente micro, pequeñas y medianas empresas.
De acuerdo con las cifras del INEGI, al cierre de los Censos Económicos de 2019 estas unidades de negocio tenían registrados a 14 millones 660 mil 209 trabajadores, mientras que para el periodo enero-abril de este año la cifra se ubicó en 11 millones 775 mil 47 personas, esto es una reducción de 2 millones 885 mil 162 fuentes de empleo, igual a 19.68 por ciento.
Como era de esperarse y ante el cierre casi masivo de establecimientos en Quintana Roo, durante los últimos meses, esta entidad encabeza la pérdida de personal ocupado con el 39.77 por ciento del total, con lo que supera en 20 puntos a la media nacional que se ubicó en 19.68 por ciento; Chiapas es la entidad en la que menos pérdida de empleo se ha reportado en los establecimientos, con 8.97 por ciento del total.
Al final de su reporte, el Inegi deja una cifra que parece menor o poco relevante pero que tiene una profunda repercusión en las condiciones actuales de los negocios y tendrá mayores efectos, especialmente en el empleo, de no mejorar las condiciones económicas durante los próximos meses.
Así, de acuerdo con las cifras oficiales solamente 1 de cada 10 establecimientos recibieron en este periodo de crisis financiamiento o apoyo económico, algo así como el 10 por ciento del universo total. Literalmente, las micro, pequeñas y medianas empresas han tenido que “rascarse con sus propias uñas” y todo indica que así deberán seguir.
