¿Cuánto tiempo podrán sostener las empresas los aumentos al salario mínimo?
Citibanamex advierte que deben introducirse otras políticas para mejorar el bienestar de las familias, de lo contrario los incrementos serán insostenibles.
Los aumentos al salario mínimo registrados en México a partir de 2019, que ya suman un alza de 181.6%, han contribuido a reducir la pobreza y la desigualdad, sobre todo en aquellos sectores de la población con menos oportunidades de desarrollo, sin embargo, esta política debe tener límites “para que no se observen efectos adversos” en el empleo y la inflación, considera Citibanamex.
“Hay evidencia de que la pobreza por ingresos disminuyó” gracias al incremento en el salario mínimo, y lo más positivo es que -durante la pasada administración- “no se observaron efectos significativos sobre el empleo”, reconoce la institución financiera al analizar el impacto que podrían tener, en el corto plazo, este tipo de incrementos.
No obstante, si los salarios mínimos siguen elevándose en las mismas proporciones observadas entre 2019 y 2024, el mercado laboral resultará afectado. De hecho, el banco advierte que deben introducirse otras políticas para mejorar el bienestar de las familias, de lo contrario los incrementos serán insostenibles para las empresas en particular, y para la economía mexicana en general.
Las experiencias internacionales demuestran que la carga para los consorcios se eleva de manera significativa junto con las alzas al salario mínimo, “desalentando la creación de empleo”. Esto a su vez incide “negativamente sobre la pobreza, teniendo efectos contrarios a los deseados”, apunta Citibanamex.
De igual forma, de mantenerse los incrementos a los minisalarios, habrá un impacto en los precios. “En el contexto actual ya hay señales de que las presiones salariales están detrás de la persistencia del componente de servicios de la inflación”, precisa el banco.
Riesgos para el empleo
El análisis añade que, cuando los negocios experimentan una subida en su carga laboral, a partir de los aumentos salariales, las principales afectaciones se dan en las pequeñas y medianas empresas (Pymes), ya que -para su operación- estas firmas son más intensivas en mano de obra.
De acuerdo con las cifras más recientes del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE), que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en nuestro país hay 5 millones 375,148 empresas. De estas, el 98.8% son negocios que cuentan hasta con 50 trabajadores, cubriendo al 54.6% del total de las personas ocupadas.
Es decir, 5.31 millones de empresas, que no tienen más de 50 trabajadores, pero emplean a más de la mitad de los mexicanos con un puesto laboral, son el universo de consorcios que resentirán los efectos negativos de los aumentos al salario mínimo, alerta Citibanamex.
“A todo lo anterior se agrega el riesgo de que la economía ya está registrando una desaceleración que se anticipa se prolongará al próximo año”, asevera el reporte.
Generación del efecto faro
De igual forma, los incrementos a los minisalarios también pueden generar “presiones para ajustar los salarios de otros trabajadores”, cercanos a esa escala salarial.
“Es lo que se conoce como efecto faro”, que es el traspaso que tienen los aumentos al salario mínimo sobre el resto de la distribución salarial. Así, cualquier subida de las percepciones mínimas se toma como punto de referencia para los incrementos salariales de otros trabajadores cuyo sueldo es superior al mínimo.
De 2018 a 2023 el efecto faro en México ha sido limitado, dice el análisis, debido a que los salarios mínimos y las percepciones promedio de los empleados que cotizan en el IMSS “se han movido en la misma dirección”.
El impacto negativo en las empresas, producto de estos aumentos, hasta ahora se mantiene en un margen razonable, porque antes de los incrementos estos salarios eran muy bajos, en comparación con las percepciones medias.
Además, “en muchas ocasiones era un salario simulado: se pagaba un salario por encima del mínimo, pero a las instituciones de seguridad social sólo se declaraba el mínimo”.
Sin embargo, reitera la institución financiera, “actualmente el contexto es diferente, dados los fuertes incrementos” al salario mínimo ya acumulados, por lo que, a partir de 2025, y en especial desde 2026, deben aplicarse otras medidas para que mejore la economía de las familias mexicanas de menos recursos
Brechas peligrosas
Con los aumentos al salario mínimo, la diferencia entre estos y los salarios promedio registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha disminuido “hasta ubicarse muy por debajo de lo observado en otras regiones”.
Por ello ya “hay limitaciones para la sostenibilidad de dicha política”, toda vez que actualmente “están aumentando los riesgos de que se observen menores niveles de empleo o mayores presiones sobre precios.”
En un contexto en el que se enfrenta una desaceleración económica y elevada incertidumbre, más aumentos al salario mínimo pueden generar una importante alza en los precios, pues las empresas trasladarán el mayor costo laboral a los consumidores.
Citibanamex pone como ejemplo el incremento en el salario mínimo en la frontera norte en 2019, que hubiera llevado a un incremento en los precios, “de no ser poque se acompañó por una disminución en la tasa del IVA”.
A pesar de estos riesgos, las metas económicas de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum prevén que el salario mínimo siga aumentando, ya que el objetivo es que esta percepción equivalga a 2.5 canastas básicas en 2030.
Esta semana, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) propuso, para 2025, un incremento de 12% para estos salarios. La propuesta aún debe ser aprobada por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) el próximo mes de diciembre.
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