Cadenas de suministro, en la mira de los hackers en 2025
El aumento y sofisticación de la actividad de los cibercriminales está amenazando a las cadenas logísticas, dice el Foro Económico Mundial.
La creciente complejidad de las cadenas de suministro, junto con la falta de visibilidad y supervisión de los niveles de protección de los proveedores, son el principal riesgo de ciberseguridad que enfrentan las empresas en este 2025, de acuerdo con el informe Panorama Global de la Ciberseguridad del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
Más de la mitad (54%) de los grandes consorcios identifica que los desafíos de la cadena de suministro son “la mayor barrera para lograr la resiliencia cibernética”, ante la multiplicación de los ataques a la infraestructura informática de las organizaciones, refiere el análisis.
La resiliencia cibernética es la capacidad que tienen las empresas, el gobierno, o los particulares, para prepararse, resistir, y recuperarse de los ataques cibernéticos.
Cuando la resiliencia en materia informática es deficiente, las operaciones y sistemas dejan de funcionar no solo por las actividades intrusivas de los hackers, sino también por fenómenos naturales o fallas técnicas.
El estudio agrega que el 71% de los directores de riesgos anticipa “graves disrupciones organizacionales” debido a las amenazas cibernéticas y la actividad delictiva.
“La inseguridad cibernética es un riesgo global en múltiples horizontes temporales” por el aumento del malware, las deepfakes (falsedades profundas), y la desinformación que, en conjunto, están “amenazando las cadenas de suministro, la estabilidad financiera y los sistemas democráticos”.
Asimismo, la adopción de tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial (IA) está creando nuevas oportunidades, pero también riesgos en ciberseguridad.
El Foro Económico Mundial enfatiza que las principales preocupaciones del sector empresarial se centran en “las vulnerabilidades del software, introducidas por terceros, y la propagación de ciberataques en todo el ecosistema”.
De manera específica, los factores que agravan los riesgos de la seguridad informática, según el reporte, son los siguientes:
- Las brechas en las habilidades informáticas de los empleados.
- La sofisticación del cibercrimen.
- La Inteligencia Artificial y la tecnología emergente.
- Los requerimientos regulatorios.
- Las tensiones geopolíticas.
Inequidad informática
De igual forma, a medida que el ciberespacio se vuelve cada vez más complejo, se exacerban las condiciones de inequidad cibernética que padecen miles de empresas, las cuales no pueden enfrentar los crecientes desafíos informáticos, sobre todo en las naciones con menor desarrollo económico.
Cuando el acceso a la tecnología no es igual para todos los grupos de la población, o para los distintos sectores productivos, se habla de inequidad cibernética o informática.
Al respecto, el estudio del Foro Económico Mundial refiere que las empresas más grandes y con más recursos son las que registran un mejor avance en la implementación de equipos especializados y salvaguardas de seguridad.
Mientras que las pequeñas y medianas empresas, así como las economías emergentes, mantienen problemas que dificultan su capacidad para protegerse de las ciberamenazas.
Además, la rápida adopción de tecnologías emergentes como la automatización, la nube y la Inteligencia Artificial, “ha llevado a la hiperconectividad” en buena parte de las infraestructuras comerciales.
“Esto ha ampliado la superficie de ataque”, es decir, a mayor exposición y conectividad de una empresa, el campo de actuación de los ciberdelincuentes también es mayor.
Piratas informáticos sofisticados
Los consorcios y la infraestructura crítica, como los bancos, las bolsas de valores, o los sistemas de salud, deben reforzar su seguridad cibernética en este 2025, porque los actores maliciosos también están aprovechando los avances tecnológicos para aumentar el volumen y la velocidad de sus ataques.
Se debe considerar que los ciberdelincuentes utilizan la Inteligencia Artificial (IA) para potenciar sus amenazas, lo que plantea nuevos riesgos para las empresas y sus usuarios finales.
Lamentablemente, “solo una minoría de las organizaciones ha implementado procesos adecuados para evaluar la seguridad de estas herramientas antes de su implementación”, lo que aumenta la vulnerabilidad de las empresas.
El análisis apunta que los consorcios piensan en aplicar herramientas adicionales para contrarrestar el aumento de los ataques cibernéticos, pero también es importante conformar alianzas para combatir al cibercrimen.
“La creación de relaciones y el intercambio de información fomentan la confianza y la integridad, y cuando las instituciones públicas y privadas tienen más confianza entre sí, la inteligencia se puede compartir no solo para seguir el ritmo, sino para ayudar a todos a adelantarse y a interrumpir colectivamente las amenazas” informáticas, concluye el reporte.
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Surya Palacios Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.