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Ante indiferencia de autoridades, así podemos protegernos de robos y desapariciones

23-08-2023, 6:01:10 PM Por:
Ante indiferencia de autoridades, así podemos protegernos de robos y desapariciones
© Notimex

La seguridad es obligación de los gobiernos, pero ante las fallas de estos, debemos autoprotegernos para disminuir los riesgos de ser víctimas del crimen.

Margith Alcántara Miranda | Alto Nivel

Los asaltos en carreteras, el robo a casa-habitación, las extorsiones, los secuestros y las desapariciones, son delitos que lastiman gravemente a las personas y familias de nuestro país, sobre todo en los estados en los que, lamentablemente, la delincuencia -común y organizada- opera de manera impune, a pesar de las medidas de seguridad implementadas por las autoridades.

Por eso es importante considerar que hay diversas acciones que podemos llevar a cabo los ciudadanos para minimizar el riesgo de convertirnos en víctimas, incluso en nuestro propio domicilio, como recientemente le ocurrió al cantante Miguel Bosé, quien sufrió un robo, con secuestro transitorio, en su residencia ubicada al sur de la Ciudad de México.

Si bien son las autoridades municipales, estatales y del ámbito federal las que tienen la obligación de proporcionar seguridad a todos, ante la realidad delincuencial que vive el país y la ineficacia de las políticas gubernamentales, nos toca a los ciudadanos modificar algunas de nuestras conductas para tratar de reducir las posibilidades de sufrir un delito.

Limita tus salidas y las de tus hijos

En este año se han cometido 7,649 robos a personas que viajaban en un automóvil particular, en tanto que se han denunciado 264 secuestros, precisan las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Esto quiere decir que cada mes se registran 1,092 asaltos a ciudadanos que transitan en las calles y carreteras de todo el país, mientras que el promedio de secuestros suma 37 personas privadas de su libertad mensualmente.

Lamentablemente, no todos los secuestros son extorsivos (para pedir un rescate monetario), sino que se cometen para luego privar de la vida a las víctimas, o para desaparecerlas. En estos casos, los responsables son grupos de la delincuencia organizada, especialmente aquellos dedicados al trasiego de drogas.

La desaparición de personas cometida por particulares es un delito que lesiona gravemente la seguridad y estabilidad de las familias, y de la sociedad en general. Dolorosamente, entre el 1 de enero de 1962 y el 23 de agosto de 2023, se han reportado 292,429 desapariciones, de estas 110,995 personas continúan sin aparecer, de acuerdo con el Registro de Personas Desaparecidas y no Localizadas (RNPDNO).

De esta cifra de 110,995 mexicanos desaparecidos y no localizados, 57,138 (51.5%) desaparecieron entre el 1 de diciembre de 2018 y el 23 de agosto de este año, por lo que el periodo de la actual administración encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador ya se ubica como el sexenio en el que ha habido más desapariciones.

Para tratar de reducir el riesgo de ser víctima de secuestro o desaparición, debemos limitar nuestros derechos humanos a la recreación y el libre tránsito.

Ante la realidad que estamos viviendo, y debido a la indefensión en la que en este tema nos encontramos los ciudadanos, sobre todo los jóvenes menores de 30 años, la autoprotección es una alternativa, a pesar de que esta implique evitar viajar en carretera, o acudir a lugares de esparcimiento.

El reciente caso en el que desaparecieron cinco jóvenes en el municipio de Lagos de Moreno, en Jalisco, es un lacerante ejemplo del riesgo que corre la juventud mexicana, sobre todo en las zonas en las que las instituciones del Estado han fracasado, dando paso al dominio de los grupos de la delincuencia organizada.

Es cierto que es difícil e injusto limitar las salidas de los jóvenes, pues sus actividades de esparcimiento, como las de los adultos, son un derecho fundamental. Sin embargo, en momentos de crisis como la que en esta materia vive nuestro país, debemos actuar con medidas de autoprotección, aunque estas signifiquen dejar de acudir a los lugares en los que antaño era seguro divertirse.

La creación de redes sociales (reales, no virtuales) que sirvan como acompañamiento es fundamental en este tema, lo que significa habilitar -familiar o comunitariamente- espacios seguros para la recreación de los jóvenes, además de utilizar la tecnología para mantenerse en contacto permanente con nuestros seres queridos, si tenemos necesidad de viajar en las vías terrestres del país.

Por ejemplo, podemos mandar nuestra ubicación en tiempo real a través de WhatsApp a nuestros amigos y familiares cuando salimos a la calle o carretera.

A pesar de que esto significa no gozar plenamente de la libertad a la que tenemos derecho, con este tipo de acciones se disminuye el riesgo de ser víctima de desaparición, un delito que está afectando especialmente a la juventud, pues desde el 1 de diciembre de 2018 a la fecha han desaparecido, y se mantienen sin ser localizadas 23,240 personas de entre 15 y 30 años de edad, un alarmante promedio de 13 jóvenes desaparecidos cada día.

Investiga a tus empleados

De enero a julio de este año, en todo México se han cometido un millón 281,189 delitos del fuero común, es decir, aquellos que deben prevenir, investigar y sancionar los gobiernos locales en cada una de las 32 entidades federativas del país, de acuerdo con las cifras actualizadas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Entre todos estos ilícitos, se registraron 32,534 robos a casa habitación en los primeros siete meses de 2023, de los cuales el 10.6% se ejecutaron con violencia. A su vez, se denunciaron 44,886 robos a negocios, y 6,040 extorsiones, lo que significa que -en promedio- diariamente 153 viviendas son robadas, y lo mismo sucede con 211 negocios, en tanto que cada día 28 mexicanos son extorsionados.

Una forma adecuada para protegernos de estos tres ilícitos es investigar a las personas que acceden a nuestro negocio o domicilio, centrándonos sobre todo en los empleados contratados y en aquellos que nos prestan algún servicio.

Esto no quiere decir que veamos a todas las personas como potenciales delincuentes, solo se trata de minimizar los riesgos de convivir con alguien que no necesariamente conocemos a profundidad, y eso incluye indagar los antecedentes de las y los empleados domésticos, de los guardias y conserjes, y de los trabajadores contratados en nuestro negocio.

Las extorsiones, los robos a casa-habitación, y a las unidades productivas mexicanas, suelen cometerse exitosamente gracias a la información que poseen los malhechores sobre nuestros movimientos. Por eso es adecuado, y permitido por la ley, solicitar una Constancia Antecedentes Penales, además de cartas de recomendación, a todas las personas que trabajarán bajo nuestro mando.

Si lo prefieres, hay despachos de abogados que realizan esta clase de investigaciones, previas a cualquier contratación, pero para ello debes informarle al candidato que será investigado, y este tiene que expresar su acuerdo por escrito, además de que tú, o el bufete de litigantes, deben elaborar un Aviso de Privacidad para proteger los datos personales del futuro empleado.

Estos servicios de investigación no son onerosos, de hecho, pueden considerarse como una inversión, si a cambio se reduce el riesgo de pasar por la amarga experiencia de sufrir un robo o secuestro en tu propia casa o negocio, ilícitos en los que no solo hay pérdidas materiales, pues -en la mayoría de los casos- estos episodios dejan importantes afectaciones en la salud mental de las víctimas.

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autor Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.

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