Estudia un posgrado, pero… ¿diplomado o maestría?
Buscar la especialización es un factor que la mayoría de los profesionales busca, pero, que no realiza por falta de información, tiempo y dinero.
Los profesionistas de hoy deben tener en mente que para disponer de mejores oportunidades y ser competitivos en el ámbito laboral requieren mantenerse activos y actualizados en su área de especialidad y en otras materias, con el propósito de responder a los vertiginosos cambios tecnológicos.
De acuerdo a una encuesta realizada por OCCMundial, el primer deseo de los profesionistas en su vida laboral en 2014 es “encontrar un nuevo o mejor empleo” y, para lograrlo, 75% de ellos señala la necesidad de continuar su preparación académica.
Pero decidir qué tipo de estudios se debe o conviene tomar no es fácil, y para ello es importante tomar en cuenta diversos factores como: el tipo de conocimientos que se quieren adquirir, el tiempo que se tiene disponible y el presupuesto.
Teniendo en cuenta estos aspectos, algunas ventajas y diferencias que ofrecen los dos tipos de cursos de posgrados más solicitados, las maestrías y los diplomados, son:
Una maestría es útil para quienes buscan enfocarse en un área determinada, pues los temas se tratan de manera más profunda, a diferencia de un diplomado. Además, para obtener un título como maestro es necesario realizar un trabajo o proyecto de tesis que demuestre el dominio del tema seleccionado, así como capacidad de investigación.
Si se quiere estudiar una maestría es necesario saber que esta, por lo general, tiene una duración de dos años y para poder cursarla es necesario poseer una licenciatura.
En cuanto a los diplomados, estos son muy atractivos, pues suelen ser más cortos que otro tipo de estudios y los temas que abordan se actualizan en forma constante; además, los costos son más accesibles.
La desventaja es que no tienen certificación oficial, no se obtiene ningún título y tienen menos peso que las maestrías, tanto en formación como para el currículum.
Un estudio realizado por OCCEducación señala que casi la totalidad de los profesionistas mexicanos encuestados considera que estudiar una maestría impactaría en forma importante su desarrollo personal; sin embargo, la mitad de ellos expresa que el dinero es el principal obstáculo para estudiarla, mientras que una tercera parte señala no tener la capacidad de cursarla por una combinación de tres factores: falta de tiempo, de dinero y por motivos de trabajo.
Ese mismo estudio reporta que 60% de los participantes que empezaron a estudiar una maestría la abandonaron por falta de recursos económicos, mientras que otro 20% señaló haberla dejado por falta de tiempo y un 20% por cuestiones de trabajo.
Estos estudios nos muestran el interés real de los profesionistas mexicanos de incrementar su grado escolar para aumentar su competitividad laboral; asimismo, nos permiten ver cómo el factor monetario sigue siendo determinante e influye en la posibilidad de concluir o continuar la educación.
Sin embargo, no es un impedimento porque actualmente existen financiamientos sin intereses y becas a fondo perdido. Pero si el problema es la falta de tiempo para trasladarse al centro de estudios, hoy en día es posible hacer un posgrado a distancia y en línea, de manera que los interlocutores ya no tienen que coincidir en el mismo espacio físico para estudiarlos.
Al final, cada quien elige el curso que más le conviene, ya sea por el costo, la duración, la institución o el tema que se tratará; lo importante es que no se pierda el entusiasmo por seguir estudiando y capacitándose de forma continua.
