El concurso mercantil, la ‘nueva realidad’ para muchas empresas
El concurso mercantil es la figura legal a la que se apegan las empresas mexicanas con graves problemas financieros.
Por Mtra. Miriam Paniagua Pinto*
Estamos
inmersos en una realidad llena de incertidumbre, los empresarios tienen que ser
disruptivos y tomar ventaja sobre los demás, sobre todo, cuando la empresa
presenta problemas de solvencia.
Evidentemente, requeríamos desde hace tiempo un cambio en nuestra forma de trabajar, algunas empresas habían implementado el business casual, o el home office y las juntas virtuales, con muy buenos resultados. Con la llevada del COVID-19, los que todavía no habían probado las mieles del trabajo a distancia, ahora han confirmado que realmente funciona.
El empresario deberá cuidar la comunicación efectiva y asertiva con sus colaboradores, y por supuesto continuar generando confianza con sus clientes y proveedores. ¿Cómo puede lograr lo anterior?, la regla de oro sigue siendo buscar el “ganar ganar” y no buscar la riqueza individual, con estos pilares fundamentales, los empresarios probablemente, podrán continuar en el mercado cosechando éxitos.
Es una realidad que con estos sencillos consejos no todas las empresas podrán salir a flote. Empresas emblemáticas para nuestro país, están a un paso de la quiebra.
¿Qué es el Concurso Mercantil?
El Concurso Mercantil (ley creada en mayo del 2000), es la figura legal a la que se apegan las empresas mexicanas con graves problemas financieros. A través de esta figura, la empresa (previamente intervenida por el poder judicial), busca llegar a un arreglo económico con sus acreedores, sin interrumpir sus operaciones. Durante 2013, la ley se modificó a favor de las empresas, lo que les permite solicitar la figura de Concurso Mercantil, previo a no poder hacer frente a sus deudas (anterior al 2013, solo podían solicitarlo después de 3 meses de haber incumplido). Un beneficio adicional, es que las empresas pueden solicitar créditos financieros, si cuentan con un plan de reestructura de pagos.
Si lo citado en el párrafo anterior no funciona, la empresa será declarada en quiebra y estará obligada a vender todos sus activos para liquidar a sus empleados, proveedores, clientes y acreedores.
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Las aerolíneas son algunas de las empresas mexicanas que se han cuestionado apegarse a esta figura, en su momento Mexicana de Aviación lo hizo. Específicamente hablando de Aeroméxico, al tener el 75% de su deuda en EU, se ha apegado al capítulo 11, una figura similar, pero que opera en el país vecino.
Otras empresas que han pasado por este proceso son: Oceanografía, Comercial Mexicana, Iusacell, Casas GEO, Vitro, Su Casita, entre muchas otras, pero lamentablemente, no todas han salido airosas del Concurso Mercantil y al final, han sido declaradas en quiebra.
El Concurso Mercantil, como mencioné, protege a las empresas con problemas de solvencia, es decir que no pueden hacer frente en el corto plazo a sus deudas. Un juez debe declarar a la empresa en Concurso Mercantil, ésta inmediatamente adquiere las siguientes ventajas: prohibición a los acreedores o proveedores con los que la empresa tiene relación (y obviamente adeudos) de no poder exigir legalmente (judicialmente) el pago de las mismas; adicional a lo anterior, los intereses se congelan.
El proceso tiene tres fases:
- Declaración de Concurso Mercantil, el Juez tiene la obligación de cerciorarse que la empresa se encuentra en imposibilidad de pago.
- Conciliación, etapa donde se reestructura la empresa y sus deudas
- Liquidación, se nombra a un Síndico, quien deberá vender o rematar los bienes para pagar las deudas en función a su prioridad.
Cabe mencionar que cada país protegerá a los acreedores locales, por lo que, si Aeroméxico solo se apega al Capítulo 11 en EU y no en México, todos los acreedores locales no están amparados. Aunque, existe la posibilidad que sean los mismos acreedores quienes soliciten a un Juez que dicte sentencia e inicie el proceso de Concurso Mercantil de la empresa.
Por lo que los acreedores de Aeroméxico (La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México, los aeropuertos de Cancún, Tijuana, Guadalajara, de la CDMX, Querétaro, la propia Tesorería de la Federación, Pemex y el Centro de Gas Natural, por mencionar algunos), estarían en su derecho de solicitar lo descrito en el párrafo anterior.
Por último, la calificadora Moody´s degradó la calificación de la aerolínea, por lo que pone en entredicho la garantía de pago de sus pagarés a sus inversionistas con vencimiento en el 2025.
Desde mi punto de vista, es sumamente triste que empresas mexicanas tan emblemáticas se encuentren en esta situación. Es un hecho que esta crisis tendrá graves repercusiones en muchas empresas que, previo a la pandemia, se encontraban en una situación complicada desde un punto de vista económico. Partiendo de esta realidad, lo único que nos queda es esperar un acto de solidaridad por parte de los grupos financieros más poderosos del país para rescatar a estas empresas tan inmersas en la cotidianeidad de los mexicanos.
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*Miriam Paniagu es Project Manager en Posgrados de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana.
